

Las importaciones continuaron ayudando a la facturación real de la industria brasileña en los primeros seis meses del año, a pesar de la devaluación. Aunque los productos importados se encarecieron, el volumen de bienes que llegaron del exterior creció más de lo que lo hizo la producción en la mitad de los sectores industriales.
Según analistas, la importación continuó sustituyendo al uso de insumos locales o incluso a los bienes finales domésticos en mediciones hasta el mes de junio, un movimiento que tenderá a enfriarse con el nuevo nivel del tipo de cambio.
Entre los 20 sectores más importantes de la industria manufacturera, 13 cerraron el primer semestre con un aumento real de sus ingresos en comparación a igual período de 2012.
De ese grupo, diez segmentos también importaron más, en la misma base de comparación. Y en cuatro de ellos -vestuario, textil, alimentos y productos de metal- la facturación creció a pesar de la caída de la producción, según un cruce de datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) y la Fundación Centro de Estudios del Comercio Exterior (Funcex). Los datos sobre facturación real son de la Confederación Nacional de Industria (CNI).
Los datos por categoría de uso muestran que el volumen de importación continúa subiendo en bienes intermedios y bienes de consumo no durables, con aumentos de 9,7% y 17,1% en el primer semestre frente a igual período del año pasado. En ambos grupos, la producción industrial fue bastante débil, con un crecimiento de 0,4% y una caída de 0,6%, respectivamente, también desde enero hasta junio.
Para bienes de consumo durables, el comportamiento fue inverso, con suba de 4,9% en la producción física y baja de 8,5% en la cantidad importada.
La expectativa de los analistas es que la consolidación de un nivel promedio de cambio más devaluado en el segundo semestre -tanto en relación al promedio del primer semestre de este año como en comparación con el promedio del segundo semestre del año pasado- ayudará a desacelerar el ritmo de importación, lo que deberá permitir, de forma general, una ganancia real de facturación más basada en la producción doméstica.
Rodrigo Branco, economista de Funcex, dijo que, por ahora, la desvalorización del real permitió al segmento de calzados una ganancia de competitividad en relación a los importados. En el primer semestre, ese sector aumentó la producción física 4,74%, con una caída de 1,5% en la cantidad importada. En el primer trimestre, la tasa del volumen importado todavía era positiva, de 4,4%.
La devaluación del real llegó a propiciar, para el sector de calzados, una recuperación en el volumen de exportación. De acuerdo con datos de la Funcex, el volumen de ventas al exterior del segmento tuvo una suba de 9,5% en el primer semestre, contra iguales meses de 2012.
Los sectores productores de bienes de consumo no durables suelen tener una reacción más rápida a la desvalorización de la moneda nacional, con ganancia de competitividad en relación a las importaciones y también para la exportación, dijo Branco.
Los segmentos de vestuario y textil, que también se consideran de bajo valor agregado y con mano de obra intensiva, sin embargo no presentaron la misma evolución. La producción de la industria textil cayó 3,95% en el primer semestre contra los mismos meses de 2012. La de vestuario tuvo una baja de 2,35%. El volumen importado aumentó 8,5% y 9,5%, respectivamente.
Para Edgard Pereira, profesor de la Unicamp, el segmento textil también puede ganar mayor competitividad en el segundo semestre cuando, estimó, el real se devaluará más, en promedio.
El de vestuario puede tener más dificultades en razón de la restructuración derivada del período de dólar más barato. Para Pereira, las grandes redes minoristas del segmento, representativas en el mercado, poseen proveedores externos para buena parte de las ventas.










