El gobierno de la presidenta Dilma Rousseff prepara un paquete de estímulos para la industria del aluminio en Brasil.
Las medidas de apoyo al sector, según pudo saber Valor, incluirán desde estrategias para reducir la tarifa de energía, hasta acciones fiscales que incentiven la extensión de la cadena de producción del metal en el país.
En la práctica, el gobierno busca garantizar el abastecimiento de aluminio en el mercado interno, amenazado con depender de importaciones en algunos años, y, paralelamente, respaldar a la industria nacional de transformación del metal. El objetivo es dar condiciones para que el sector continúe a ser un gran exportador, y no importador.
El gobierno armó un grupo interministerial para estructurar una política dedicada exclusivamente a la industria de aluminio.