

El nuevo presidente paraguayo, Horacio Cartes, que asumió ayer, visitaría Brasil en noviembre. Empresarios paraguayos y brasileños están preparando el viaje, en el que el mandatario presentaría las ventajas comparativas de producir en su país durante un encuentro que probablemente se desarrollará en la Federación de Industrias del Estado de San Pablo (Fiesp).
En octubre, Cartes se reuniría en Asunción con un grupo de 150 empresarios brasileños, entre los cuales Marcelo Odebrecht, de la Constructora Norberto Odebrecht, y Roberto Setúbal, del Banco Itáu.
El nuevo presidente de Paraguay, dueño de un conglomerado de 26 empresas, de las cuales la principal es una fábrica de cigarrillos, pretende a través de las alianzas empresariales superar el impase que bloquea la participación política de su país en el Mercosur.
Cartes quiere iniciar el mandato mostrando que su gobierno está dispuesto a hacer grandes concesiones para atraer inversiones extranjeras. El año pasado, el movimiento de inversiones extranjeras fue de u$s 118 millones, muy inferior a los u$s 382 millones registrados en 2011.
El presidente paraguayo realiza hoy un desayuno en el Banco Central con 450 empresarios invitados, de los cuales 150 extranjeros. Después, se reunirá con la prensa internacional, ignorando a los medios locales.
Paraguay continúa aislado en el plano internacional y existen dudas sobre la solidez del respaldo político interno al nuevo presidente. Seis jefes de Estado participaron de la ceremonia de asunción del nuevo gobierno.
Ayer, realizó un almuerzo con los pocos jefes de Estado que aceptaron la invitación para asistir al evento.
Paraguay se encuentra suspendido del Mercosur desde junio del año pasado, cuando el Congreso del país destituyó de forma sumaria al entonces presidente Fernando Lugo. Días después, en una cumbre del Mercosur en Mendoza, Brasil, Argentina y Uruguay promovieron el ingreso de Venezuela como miembro pleno del bloque, lo que hasta entonces venía obstruyendo el Congreso paraguayo desde hacía seis años.
Venezuela actualmente ejerce la presidencia temporaria del Mercosur, pero el presidente venezolano, Nicolás Maduro, ni siquiera fue invitado a la asunción. En la última reunión cumbre del bloque, en Montevideo, los países del Mercosur decidieron poner fin a la suspensión paraguaya a partir de que Cartes tomara las riendas del gobierno. Pero el nuevo dirigente, en una nota oficial, afirmó que Paraguay solamente volverá a participar de las reuniones políticas del Mercosur el próximo año, cuando Venezuela transfiera la presidencia a Argentina.
Con el fin de la suspensión, en teoría, el Mercosur tendrá que esperar el aval paraguayo para validar cualquier nueva decisión, como cualquier propuesta que se haga a la Unión Europea, bloque con el que el Mercosur intenta avanzar en las negociaciones para un tratado de libre comercio.
Cartes pertenece al Partido Colorado, que ocupó la presidencia durante 60 años, hasta perder las elecciones de 2008, agobiado por divisiones internas. Fuera del poder, el partido se unificó en torno de Cartes, que utilizó su poder económico para fomentar la unión. Optó por un ministerio técnico, de poca expresión política.
En Paraguay, el centro del poder está en el Congreso, que no solo puede destituir a un presidente en 48 horas, sino también es uno delos únicos del mundo en el que los parlamentarios pueden crear gastos corrientes para el gobierno en el Presupuesto sin cobertura de ingresos.










