

La importación de productos terminados creció más que la de bienes intermedios en los últimos cinco años en Brasil, marcados por el achicamiento de la industria doméstica y el cambio valorizado. Como consecuencia de ese proceso, la participación de las materias primas y los insumos importados en el total de las compras externas cayó de 48% a 43% entre 200 y 2013. Los números consideran el período que va de enero a julio.
Anclado en la demanda de las familias, el rubro de bienes de consumo, que pasó de una participación de 12,5% en 2008 a 16,6% este año, avanzó dentro de las importaciones. Con el nuevo nivel de cambio, los porcentajes se modificarán nuevamente porque la expectativa de los analistas es que las compras al exterior de bienes finales sean más afectadas que la de los intermedios.
La desvalorización del real ante el dólar contribuirá a desacelerar la importación y, según expertos, permitirá que mejore la competitividad de las industrias locales de bienes de consumo, que mantuvieron su producción en detrimento del importador ocasional, que surgió en función de un real valorizado, o de las empresas que sustituyeron una parte importante de su producción por la reventa de importados.
Datos de producción física del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) indican que la producción física de bienes de consumo se aceleró más que la de la industria manufacturera como un todo en los últimos meses. La producción de la industria manufacturera en los doce meses concluidos en junio de este año cayó 2,6% en relación a igual período cerrado en diciembre de 2008. Sin embargo, hubo una suba de 3,2% en relación a la producción registrada en 2012.
Con el mismo criterio, la producción de bienes de consumo durables en junio llegó al mismo nivel de 2008 y resultó 7,4% más alta que la del año pasado. En el segmento de bienes semidurables, y no durables, la producción física en los doce meses hasta junio se mantuvo prácticamente estable con respecto a 2012 -caída de 0,14%. Pero la producción de ese grupo cayó menos entre 2008 y el año pasado. Solo 1,3%.
Welber Barral, ex secretario de Comercio Exterior y consultor de Barral M Jorge, dijo que la alteración del nivel cambiario este año puede contribuir a modificar el actual escenario y frenar la importación de bienes terminados de consumo. Existe una expectativa general de que el nivel promedio de cambio en el segundo semestre se desvalorice aún más que en el primero.
El efecto del cambio no es inmediato, porque los contratos se firman con plazos más largos, pero una desvalorización mayor y la fuerte oscilación cambiaria comienzan a armar un escenario de más incertidumbre para el importador afirmó el consultor.
En un primer momento, el importador puede compensar cierto nivel de devaluación del real con una reducción del margen de ganancia y el mantenimiento de precios competitivos. Pero un dólar a R$ 2,40 comienza a comprometer más al importador, dijo.
Fernando Ribeiro, técnico de planificación e investigación del Instituto de Investigación Económica Aplicada (Ipea), consideró que a pesar de la devaluación más acentuada del cambio en el segundo semestre, los bienes intermedios tardarán en recuperar la participación que tenían en las importaciones. El tema no es solamente el cambio. Todo depende de la recuperación de la producción industrial.










