

Las exportaciones brasileñas a Estados Unidos superaron entre enero y agosto las destinadas al Mercosur, con más de u$s 3.000 millones de diferencia.
El último año en que los estadounidenses compraron más productos brasileños que los socios del bloque regional fue 2008, última vez que Brasil tuvo superávit en la balanza comercial con el país del norte. Desde entonces, Brasil registró déficits crecientes con ese socio comercial.
Entre enero y agosto de 2012, las exportaciones a Estados Unidos aumentaron 13,4% -los productos que más ayudaron fueron petróleo, materiales de hierro y acero y etanol- y las ventas a los países del Mercosur, con
el efecto Argentina, cayeron 16,2%. La baja de ventas a los argentinos fue de 18%.
Sin embargo, el desempeño no fue suficiente para que Brasil vuelva a tener superávit con Estados Unidos, aunque el déficit se redujo de u$s 5.400 millones en los primeros ocho meses del año pasado a u$s 2.800 millones en el mismo intervalo de 2012. En igual comparación, los embarques a la Unión Europea registraron una caída de 7,4%, con el superávit cayendo de u$s 5.100 millones a u$s 1.100 millones. Los datos son del ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior (Mdic).
Para José Augusto de Castro, vicepresidente de la Asociación Brasileña de Comercio Exterior (AEB), la exportación a Estados Unidos mantendrá la tendencia actual y terminará el año al frente de las ventas al Mercosur. El ritmo de exportación a EEUU no debe cambiar mucho y las dificultades con Argentina no se solucionarán a corto plazo, evaluó.
El porcentaje importante de manufacturas en la pauta de exportación brasileña a Estados Unidos ayudó a aumentar los embarques hacia allí, dijo Rodrigo Branco, economista de la Fundación Centro de Estudios de Comercio Exterior (Funcex). La caída de la exportación brasileña de manufacturas fue más baja que la de los básicos y las semi-manufacturas. Eso también contribuyó a un mejor desempeño del comercio con Estados Unidos.
De acuerdo con los datos del Mdic, la exportación total de manufacturas de Brasil cayó, entre enero y agosto, 1,9% en relación al mismo período del año pasado. En igual comparación, los embarques de básicos y de semi-manufacturas cayeron 3,8% y 9,1%, respectivamente.
Sin embargo, el comportamiento de las exportaciones a Estados Unidos fue diferente. Entre enero y julio de este año, la venta de manufacturas a los americanos creció 21,4% en relación a los primeros siete meses del año pasado mientras la de productos básicos registró un alza de 13,82% y la de semi-manufacturas, de 7,8%.
La exportación de manufacturas dentro de la pauta de exportación brasileña a Estados Unidos tiene una proporción importante, de 46%. Estados Unidos compra 15% del total de manufacturas que embarca Brasil al exterior.
Sin embargo, para Branco ese desempeño fue mejor años atrás. En 2005, según un relevamiento de la Funcex, los estadounidenses compraban un cuarto de las manufacturas exportadas por Brasil y esa clase de productos representaba 72% de las ventas brasileñas a Estados Unidos. Además, recordó que los productos brasileños perdieron espacio en el total de importaciones americanas, cayendo de 1,51% en 2005 a 1,27% en 2010.
Las exportaciones a Estados Unidos actualmente están creciendo, aunque muy vinculadas al petróleo, según De Castro. El petróleo representa un cuarto de las exportaciones de Brasil a ese país, con un aumento de 25% en los embarques durante los primeros ocho meses del año. Siguen en la lista productos semielaborados de hierro y acero y, después, el etanol, cuyos embarques aumentaron de u$s 230,7 millones entre enero y agosto de 2011 a u$s 712,9 millones en el mismo período de este año.
Para Branco, el desempeño del petróleo está mucho más vinculado a una cuestión política que comercial. La exportación brasileña tiene que ver con la decisión de Estados Unidos de privilegiar esas compras y reducir la dependencia de Medio Oriente.
El economista Silvio Campos, de Tendencia Consultora, considera que el desempeño con Estados Unidos se relaciona con la economía de ese país, que crecería 2% este año. Sin embargo, aseguró que el aumento de la exportación no viene acompañado con una diversificación y estimó que un problema de la gran representatividad del petróleo en las ventas a Estados Unidos es la volatilidad de las condiciones de negociación. Una caída en los precios afecta rápidamente el valor de las exportaciones, afirmó.










