Las empresas que comercializan autos en Brasil tendrán que invertir al menos 0,5% de su facturación en innovación, a partir de 2015, y en caso contrario deberán pagar los 30 puntos porcentuales adicionales del impuesto cobrado desde comienzos del año a un grupo restricto de automóviles importados.

En 2013, se exigirán inversiones de 0,15% de la facturación y, en 2014, 0,3%. Esa es una de las principales exigencias del nuevo régimen automotriz cuya reglamentación se divulgó el pasado viernes.

Las empresas tendrán que aumentar en 12% hasta 2017 la eficiencia energética de los autos.

El gobierno decidió también que, para reducir el Impuesto sobre Productos Industrializados (IPI), las empresas tendrán que utilizar un porcentaje mínimo de piezas y partes producidas en el Mercosur, no solamente en Brasil, como se divulgó anteriormente. Las empresas tendrán derecho a crédito presumido del IPI (descuento en impuesto pagado) equivalente a una proporción de lo que se gastó en partes y piezas fabricadas regionalmente.

En 2013, esa proporción será de 130%; en 2014, 125%; en 2015, 115%, hasta llegar a 100% en 2017. Camiones pesados y medianos tendrán porcentajes más altos, y camiones livianos, tasas intermedias. Las empresas que produzcan camiones pesados y livianos usarán un porcentaje promedio.

La meta para la eficiencia energética fue uno de los puntos que exigieron más discusiones entre el gobierno y las compañías privadas, durante las negociaciones que antecedieron la reglamentación del nuevo régimen automotor, conocido como Innovar-Auto. El gobierno pensó incluir las metas para la reducción de emisiones de CO2, medida abandonada después de discutir con los fabricantes. Se estableció la meta de aumento de la eficacia energética, el poder calorífico de los motores, medido en megajoules por kilómetro rodado.

Los consumidores tendrán una tabla de conversión, para verificar el cumplimiento de las metas, en kilómetros por litro.

El Innovar-Auto cuenta con incentivos para las inversiones en la mejora de los productos: quien supera la meta y aumenta la eficiencia energética en 15%, podrá abatir un punto adicional en el IPI; quien alcance el 18%, bajará hasta dos puntos.

Inversiones de al menos 1% de la facturación para desarrollar la ingeniería en el país darán derecho a abatir una proporción de esos gastos, hasta el límite de un punto porcentual de IPI. También podrán abatir del IPI, hasta un punto porcentual, quienes gasten a partir de 1,3% en investigación y desarrollo en Brasil.

Las automotrices, consultadas durante la definición del decreto con las reglas del Innovar-Auto, informaron al gobierno la dificultad de encontrar ventajas económicas en invertir para aumentar en 15% la eficiencia energética a cambio de apenas un punto de baja en el IPI.

Las exigencias de inversiones en innovación y en contenido local afectan diferentemente a las empresas del sector. Para evitar que el descontento genere acciones contra Brasil en la Organización Mundial de Comercio (OMC), el gobierno incluyó una cuota de importación de automóviles sin el IPI adicional, equivalente a una importación promedio de las empresas, en los últimos tres años, en el límite máximo de 4.800 vehículos por firma. Esa cuota vale hasta 2017.

Para ingresar en el régimen automotriz, las empresas tendrán que optar por tres entre cuatro exigencias. Rrealizar en el país actividades fabriles o de infraestructura; invertir en el país en investigación, desarrollo e innovación; gastar en ingeniería, tecnología industrial básica y capacitación de proveedores; y adherir al programa de etiquetado vehicular.