El empresario brasileño tiene más confianza en este inicio de gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, a pesar de esperar un ritmo menos intenso de crecimiento de la actividad en relación a 2010. La expectativa sobre la demanda es positiva e incluso sobre la demanda externa existe “menos pesimismo”, reveló un sondeo la Confederación Nacional de la Industria (CNI).

La Encuesta Industrial realizada por la CNI entre el 3 y el 20 de enero de 2011, de la que participaron 1.518 empresas, muestra que la expectativa sobre la demanda en los próximos seis meses subió a 58,1 puntos en enero, frente a 55,2 en diciembre. El nivel revela el optimismo, por estar por encima de 50 puntos, pero la CNI destaca que ese indicador era de 62,9 puntos en enero de 2009.

La percepción del industrial no es desfavorable, incluso acerca de la evolución de la economía mundial. El indicador sobre la cantidad exportada todavía está en la línea negativa, pero subió de 48,3 a 49 puntos.

En caso de un aumento de la demanda, el empresario espera comprar más materia prima en el próximo semestre para atender el aumento de la producción. El índice subió de 53,6 en diciembre a 56,8 puntos, aunque en enero de 2010, la perspectiva sobre la compra de materia prima había registrado 59,8 puntos.

En la contratación de la mano de obra, la expectativa se mantuvo estable, en 53,2 puntos ante 53,9 en el sondeo anterior, de septiembre de 2010.

Según Renato da Fonseca, economista de la CNI, los datos sobre lo que ocurrió en la industria a finales del año pasado, como el indicador del uso de la capacidad instalada, que en diciembre se situó en 48,2 puntos, “debajo de lo usual” de 50 puntos, muestran que el ritmo de crecimiento de la economía será más débil con respecto a 2010.

Da Fonseca estimó que el sondeo “mide la tendencia acerca del comportamiento de la economía y da una señal sobre las expectativas para los próximos seis meses. Las perspectivas son aún de crecimiento, pero hay señales de que el industrial tendrá un poco más de cautela en la contratación y en las exportaciones”.

La pérdida de ritmo se explica por los frenos de la política monetaria, por ejemplo, con medidas tomadas por el Banco Central (BC), que retomó la trayectoria de alza de la tasa básica de interés (Selic) y creó restricciones al crédito.