A pesar del débil crecimiento de la economía este año, los trabajadores brasileños lograron importantes aumentos en el primer semestre del año. Tres factores justifican el alto índice promedio de reajustes. El mercado de trabajo sigue en movimiento, el retroceso de inflación y los impactos del reajuste del salario mínimo crearon un escenario favorable para que las categorías que llevan adelante la renegociación salarial en los primeros seis meses del año consiguieran ganancias reales más robustas que en 2011, aunque los reajustes nominales hayan sido más bajos.

Un relevamiento de Valor que consideró las convenciones colectivas en el ministerio de Trabajo mostró que la ganancia real promedio de los trabajadores en el primer semestre fue de 2,75%. El índice es 1,27 punto porcentual más alto que el registrado en igual período del año pasado, de 1,48%.

Este año, se analizaron 391 convenciones firmadas por sindicatos en todo el país, con base en la representatividad e importancia del sector para su región. El índice de 2,7% carga los efectos de la ganancia real promedio de 3,65% registrada en enero, como reflejo de la suba del 7,5% del salario mínimo.

Los reajustes están ganando fuerza en los últimos meses. Desde febrero, el promedio negociado siempre crece en relación al mes anterior, con excepción de abril (2,06%), que fue más bajo que en marzo (2,91%) -resultado atípico para el mes. La tendencia, según especialistas consultados, es que las ganancias reales continúen su trayectoria ascendente, considerando categorías que negocian los reajustes en el segundo semestre, como metalúrgicos y comerciantes del cordón industrial de San Pablo.

Existe también una expectativa de que el escenario económico mejore en función de las medidas de estímulo, dijo José Silvestre, coordinador de relaciones sindicales del Departamento Intersindical de Estadísticas y Estudios Socioeconómicos.