La emblemática cadena Red Lobster, nacida en Florida y reconocida durante décadas por su oferta de mariscos, atraviesa uno de los momentos más delicados de su historia. La empresa confirmó el cierre de 23 locales en Estados Unidos, como parte de un proceso de quiebra y reestructuración financiera que busca evitar un colapso total de la marca.

El ajuste afecta a 15 estados y se suma a una ola previa de clausuras que ya había reducido de manera drástica su presencia en el país. El detonante de la crisis combina decisiones comerciales fallidas, inflación persistente y un fuerte aumento de los costos operativos.

Adiós a Red Lobster: la promoción que desató pérdidas millonarias

Uno de los factores centrales detrás del derrumbe financiero fue una polémica campaña conocida como “camarones sin fin”. La propuesta, que ofrecía consumo ilimitado a precio fijo, nació como una promoción temporal, pero terminó convirtiéndose en una oferta permanente.

Según reportes financieros, esta estrategia provocó pérdidas superiores a los 11 millones de dólares, ya que el costo de los insumos y la demanda sostenida volvieron inviable el esquema. Lo que inicialmente atrajo clientes terminó erosionando los márgenes de ganancia y profundizando el desequilibrio económico de la compañía.

Quiebra, cierres y un drástico recorte de locales

De acuerdo con documentos judiciales y reportes de agencias internacionales, Red Lobster reducirá su red a unos 500 restaurantes, lejos de los cerca de 650 que operaba el año pasado. A comienzos de este año, la empresa ya había cerrado más de 100 sucursales en distintos puntos del país.

Los cierres de restaurantes impactan especialmente en estados como Florida, California, Nueva York, Illinois y Ohio, donde la marca tenía una fuerte presencia histórica.

Un acuerdo especial para evitar el colapso total

En medio de la crisis, la cadena alcanzó un acuerdo clave con Fortress Investment Group, un fondo especializado en rescates empresariales. La firma otorgó un préstamo de 100 millones de dólares, con el objetivo de sostener parte de la operación mientras avanza el proceso de reorganización.

Como parte de este plan, se designó a Damola Adamolekun como nuevo director ejecutivo, quien tendrá la tarea de redefinir la estrategia, reducir gastos y reposicionar la marca en un mercado cada vez más competitivo.

Impacto laboral y un síntoma de una crisis mayor

El cierre de locales no solo afecta a los consumidores, sino también a miles de empleados, que enfrentan despidos o traslados en un contexto económico complejo.

La situación de Red Lobster refleja un problema más amplio dentro del sector de restaurantes de comida casual en Estados Unidos, golpeado por la inflación, el aumento de alquileres y cambios en los hábitos de consumo.