

Al igual que sucede con las cortezas de otras frutas, la cáscara de ananá es una gran fuente de vitaminas, minerales, fibra y otros micronutrientes. Por eso, cada vez más personas adoptan la costumbre de licuar la cáscara con agua para obtener una bebida natural con beneficios digestivos y antioxidantes.
La popularidad de esta preparación ha aumentado gracias a su practicidad y costo practicamente nulo. Esto se debe a que ayuda reducir malestares estomacales y también puede utilizarse como abono para nutrir plantas.
Beneficios de licuar cáscara de ananá con agua
La cáscara del ananá contiene bromelina, una enzima asociada con la mejora del proceso digestivo y con la reducción de hinchazón abdominal. Al licuarla con agua, se obtiene una bebida con antioxidantes, vitamina C y minerales que contribuyen al funcionamiento intestinal y al fortalecimiento del sistema inmune.

Además, su aporte de fibra favorece la sensación de saciedad y ayuda a depurar el organismo de manera natural. Por eso, muchas personas la incorporan por la mañana o entre comidas para potenciar estos efectos.
Otros usos de la mezcla cáscara de ananá con agua
La cáscara de ananá también funciona como un fertilizante orgánico eficaz por su contenido de potasio, magnesio, calcio y azúcares naturales. Estos compuestos mejoran la estructura del suelo, estimulan la actividad microbiana y fortalecen el desarrollo de raíces y flores.

Existen tres formas recomendadas para usarla como fertilizante:
- En compost: trozos pequeños que aceleran la descomposición.
- Té de ananá para riego: cáscaras con agua durante 24 a 48 horas, luego colar y aplicar cada 10 a 15 días.
- Secado y triturado: polvo natural que se mezcla con la tierra.
Este método beneficia plantas de interior, huertas, flores y frutales. Solo se aconseja evitar cáscaras con moho y limitar la fermentación para que la mezcla no se vuelva demasiado ácida.











