

La disputa comercial entre Estados Unidos y China ya lleva varios años siendo noticia mundial, pero hay una empresa que desde hace años parece tener el antídoto perfecto para enfrentar cada golpe económico de USA.
Huawei parece guardar cuidadosamente el secreto que más enfurece a Donald Trump. Por más que el presidente estadounidense intentó frenarla con sanciones y bloqueos comerciales, Huawei se mueve con astucia, encontrando en su propio mercado chino el salvavidas ideal para mantenerse como líder tecnológico.
Cómo Huawei consiguió darle la vuelta y ganó a Estados Unidos la guerra de aranceles gracias a su autonomía tecnológica
Cuando Estados Unidos lanzó en 2019 una ofensiva contra Huawei prohibiéndole tener cualquier relación con empresas estadounidenses, parecía que la compañía china quedaría fuera de juego.
Sin embargo, según Xataka, esto solo aceleró los planes que la empresa llevaba cocinando hace años: volverse tecnológicamente autosuficiente. La gran apuesta fue crear desde cero el sistema operativo HarmonyOS 5.0 ('Next'), con lo cual Huawei dejó definitivamente atrás a Android, cortando todo lazo de dependencia tecnológica con proveedores estadounidenses.

Para eso, Huawei contó con un aliado: SMIC, un fabricante local de chips que sorprendió hasta a los expertos en Washington D. C.
El chip Kirin 9000S, utilizado en el revolucionario Huawei Mate 60 Pro, se convirtió en el símbolo perfecto del desafío chino ante las sanciones comerciales estadounidenses. Esto fue justo lo que no vio venir Estados Unidos, convencido de que las restricciones serían suficientes para frenar la innovación china.
El secreto que más enfurece a Donald Trump: la guerra de aranceles casi no le hace daño a Huawei
Lastarifas arancelarias impuestas por Trump tenían un objetivo claro: debilitar el poder tecnológico chino. Pero el plan no salió como esperaban en la Casa Blanca. Huawei encontró rápidamente su mejor refugio en el inmenso mercado chino, que le sirvió de escudo frente a las restricciones estadounidenses:
HarmonyOS reemplazó a Android y SMIC sustituyó a proveedores extranjeros de semiconductores como TSMC.
La compañía recibe un fuerte respaldo gubernamental y cuenta con el apoyo total de los grandes actores de la industria tecnológica del país.
Las tarifas impuestas por Estados Unidos no pueden afectarle significativamente porque su producción está centrada mayoritariamente en China.
Huawei tiene en OpenHarmony una carta oculta que podría compartir fácilmente con otras firmas chinas, ampliando así de forma gigantesca su base de usuarios domésticos.

Mientras esto ocurre, empresas como Apple, que dependen de sus fábricas en territorio chino y que no cuentan con un mercado local fuerte que los respalde, sufren cada día más por la misma guerra de aranceles que Huawei supo esquivar magistralmente.
Este panorama explica claramente por qué esta situación tiene tan preocupado a Estados Unidos y es especialmente algo que todavía hoy enfurece a Donald Trump.











