

El Tribunal Supremo de Estados Unidos habilitó este lunes al presidente, Donald Trump a seguir adelante con su plan de despidos masivos en el Departamento de Educación que hasta el momento se encontraba bloqueado por orden de una corte de menor instancia.
La decisión anula una resolución de bloqueo temporal emitida por un juez federal de Massachusetts en respuesta a una demanda colectiva de una veintena de estados, sindicatos de profesores y distritos escolares.

Donald Trump podrá despedir a todos estos empleados públicos
La nueva orden habilita al líder republicano a seguir adelante con un plan de recorte público que incluye el despido de miles de empleados de este Departamento, encargado de seguir de cerca el rendimiento de los estudiantes, de velar por el cumplimiento de las leyes civiles en los establecimientos educativos y de administrar préstamos estudiantiles.
La orden es temporal y se mantiene en vigor mientras que los tribunales ponderan la legalidad de esta medida. Sin embargo, aquellos empleados despedidos que fueron reincorporados a raíz del bloqueo, podrían nuevamente ver su empleo comprometido.

El plan de Donald Trump para recortar el gasto público en el Departamento de Educación
El plan de la Administración Trump, que ha admitido que no puede cerrar el Departamento porque eso compete al Congreso, pasa por desmantelar la agencia hasta el punto de que solo mantenga competencias básicas relativas, por ejemplo, a la gestión de ayudas, becas o préstamos estudiantiles.
El proyecto a la larga es recortar la mitad del personal que trabaja en esta cartera con la idea de eliminar lo que el Gobierno, que quiere devolver las competencias educativas a los estados, considera un despilfarro del presupuesto federal.
Como es habitual en los casos que se resuelvan por la vía de emergencia, la mayoría de los jueces a favor del fallo no explicaron el fundamento de su decisión, rechazado por las tres magistradas liberales del tribunal: Sonia Sotomayor, Ketanji Brown Jackson y Elena Kagan.
Para la secretaria de Educación, Linda McMahon, la decisión judicial confirma "lo obvio, que el presidente de Estados Unidos, como jefe de la rama ejecutiva, tiene la autoridad en última instancia para tomar decisiones sobre el personal, la organización administrativa y el día a día de las agencias federales".
Con información de EFE











