

El presidente Donald Trump volvió a generar polémica al anunciar que firmará una orden ejecutiva para terminar con el voto por correo en Estados Unidos.
A través de su red social Truth Social, el mandatario calificó esta modalidad como "un fraude", pese a no presentar ninguna evidencia que respalde sus acusaciones.
Trump quiere cambiar el sistema electoral: críticas y repercusiones de expertos
El voto por correo se ha convertido en una herramienta esencial para millones de ciudadanos, en especial adultos mayores, personas con discapacidades y votantes que residen fuera del país. Solo en 2024, según datos de USA Today, se enviaron casi 47 millones de sufragios a través de este mecanismo.
Sin embargo, Trump insiste en cuestionar su confiabilidad desde su derrota en las elecciones de 2020 contra Joe Biden. Ahora, como presidente reelecto en 2025, busca restringir una de las formas de participación más utilizadas en los últimos años.

Las declaraciones del mandatario encendieron alarmas en el ámbito académico y legal. Rick Hasen, profesor de derecho en la Universidad de California, advirtió que la medida es "incorrecta y peligrosa", recordando que la Constitución no otorga al presidente control sobre las elecciones federales.
En la misma línea, la ex fiscal federal Joyce Vance White señaló que Trump "está mintiendo sobre las elecciones" y subrayó que cada estado organiza sus propios procesos electorales, sin depender del Ejecutivo.
¿Qué implicaría eliminar el voto por correo?
Si la propuesta de Trump prospera, millones de votantes perderían acceso a un sistema que históricamente permitió ampliar la participación democrática, incluso en momentos críticos como guerras o emergencias sanitarias.
Especialistas destacan que los sistemas actuales son seguros y auditables, por lo que el verdadero impacto de la medida sería restringir el acceso al sufragio y aumentar la desconfianza en el sistema electoral de Estados Unidos.
Un movimiento político rumbo a 2028
Más allá de lo técnico, la ofensiva contra el voto por correo es leída como parte de una estrategia política de Trump para las presidenciales de 2028. Desde su derrota en 2020, el líder republicano sostiene -sin pruebas- que este mecanismo favorece el fraude y debilita la transparencia del sistema.
En su mensaje en redes sociales, Trump aseguró que el Partido Republicano "luchará como el infierno" para devolver la "honestidad e integridad" a las elecciones. No obstante, analistas advierten que su propuesta profundizaría la polarización y limitaría el acceso al voto en un país donde la confianza en la democracia ya enfrenta serias tensiones.
















