

Corea del Sur acaba de tomar una drástica decisión que podría transformar por completo la forma en que entendemos la jubilación. Mientras el país asiático se enfrenta al reto del super envejecimiento de la población, una nueva medida redefine quién es considerado anciano.
Aunque esto podría parecer un simple ajuste semántico, es en realidad una movida estratégica con implicaciones sociales y económicas profundas.
Corea del Sur y el dilema del super envejecimiento: ¿qué pasa con los mayores de 60 años?
En un giro tan radical como necesario, Corea del Sur cambia para siempre la jubilación al redefinir la edad a partir de la cual una persona es considerada anciana. Ahora, para ser considerado "anciano" se debe de tener 74 años o más.
Esta medida de "lenguaje", que responde a una crisis demográfica sin precedentes, busca aliviar un sistema de pensiones que se tambalea ante una población cada vez más envejecida y con tasas de natalidad en mínimos históricos.
Hoy, el país asiático ya tiene un 20% de su población con más de 65 años, y las proyecciones apuntan a que para 2050 esa cifra se duplicará, alcanzando un 40%.

A esta situación se suma una tasa de natalidad de apenas 0,75 hijos por mujer. Frente a ese escenario, la pregunta clave es: ¿quién va a sostener la economía y los sistemas de seguridad social?
Los desafíos que enfrenta Corea del Sur se agrupan en tres grandes frentes:
Falta de reemplazo generacional: sin suficientes jóvenes, las empresas no logran cubrir los puestos que dejan vacantes quienes se retiran.
Sistema de pensiones insostenible: se estima que para 2050 habrá 20 millones de ancianos y solo 2 millones de trabajadores activos disponibles para mantenerlos.
Altísima tasa de pobreza en mayores: el 43,4% de los mayores de 66 años viven bajo el umbral de pobreza, la cifra más alta entre los países de la OCDE.
Este último punto es especialmente crítico. Comparado con los jubilados de Estados Unidos, Alemania o Japón, donde los porcentajes son considerablemente más bajos, Corea del Sur se enfrenta a una emergencia social que no puede ignorar.
La tecnología como aliada en la nueva era laboral de los mayores de 60 años
Frente a la imposibilidad de cargar aún más a los jóvenes con impuestos y aportes, y sin margen para soluciones tradicionales, Corea del Sur apuesta por una nueva medida innovadora que incorpora el rol de la tecnología.
La prolongación de la vida laboral ya no es una utopía: avances médicos impulsados por inteligencia artificial están mejorando la esperanza y la calidad de vida en la vejez de Corea.

Además, el país asiático observa con atención ejemplos como los de Suecia y Países Bajos, donde se promueve la jubilación parcial. Es decir, los mayores pueden continuar trabajando en horarios reducidos, lo que representa una doble ganancia: alivian las cargas del sistema y se mantienen activos en entornos laborales adaptados.











