

En una entrevista con The Tonight Show, Bill Gates expuso que la inteligencia artificial podría reducir la jornada laboral a solo dos o tres días por semana. Para el cofundador de Microsoft, esta transformación no solo es factible, sino que se considera inevitable en un futuro cercano, impulsada por los avances en automatización e inteligencia artificial generativa.
Durante la conversación, Gates planteó una idea que parecía inconcebible hasta hace poco: "¿Deberíamos trabajar solo 2 o 3 días a la semana?", cuestionó. Su argumento sostiene que la IA facilitará y casi hará gratuitas, tareas que actualmente requieren un alto nivel profesional, como el asesoramiento médico o las tutorías educativas de calidad.
Confirmado por Bill Gates: la inteligencia artificial revolucionará el ámbito laboral
Gates reconoció que el avance de la IA puede dar miedo, pero también ofrece una oportunidad inédita para rediseñar el equilibrio entre productividad y calidad de vida. Incluso citó el ejemplo del béisbol para explicar que ciertas actividades seguirán siendo humanas por decisión cultural, no por necesidad tecnológica.
Según el magnate, en la próxima década muchas de las funciones que hoy dependen del esfuerzo humano pasarán a ser gestionadas por sistemas inteligentes.
"No para la mayoría de las cosas", respondió cuando le preguntaron si seguiríamos necesitando humanos en el futuro laboral. Esta transformación, explicó, será tan profunda que nos obligará a repensar el rol de las personas en la economía y en la sociedad.

Adiós a la jornada laboral tradicional: ¿Qué pasaría si el fin de semana se extendiera a cinco días?
El magnate considera que este nuevo panorama puede ser beneficioso: si la IA asume las tareas más rutinarias, los seres humanos tendrían la oportunidad de enfocarse en actividades que posean un mayor sentido personal, creativo o comunitario.
Gates no es el único líder tecnológico que advierte sobre este cambio. Elon Musk también ha manifestado que llegará un momento en que no será necesario trabajar, salvo por satisfacción personal. Además, sugirió la posibilidad de instaurar un ingreso universal elevado, no solo básico, para mitigar la pérdida de empleos tradicionales.











