

Con la llegada del verano, gran parte de Estados Unidos se ve afectada por altas temperaturas, olas de calor y una mayor exposición al sol, lo que puede provocar fatiga, deshidratación o malestar si no se toman medidas preventivas. Durante esta época, mantenerse hidratado no solo es una recomendación de expertos: es una necesidad para cuidar el cuerpo y sentirse bien.
Aunque el agua sigue siendo la fuente principal de hidratación recomendada por médicos y nutricionistas, no es la única opción saludable. De hecho, diversos expertos en nutrición coinciden en que existen otras bebidas que también pueden ayudarte a reponer líquidos y nutrientes importantes.
A continuación, te presentamos seis alternativas saludables que puedes incorporar este verano, ideales para quienes buscan cuidar su salud sin caer en bebidas azucaradas o artificiales.
Agua con gas saborizada
Para quienes se aburren de tomar agua todo el día, una excelente forma de variar sin perder los beneficios es optar por agua con gas saborizada (flavores seltzer), siempre que no contenga azúcares añadidos ni sabores artificiales.
Según explicó la nutricionista Amy Goodson al sitio Today, esta versión carbonatada hidrata igual que el agua tradicional y puede resultar más atractiva por su textura burbujeante. Es una opción perfecta para quienes están dejando las gaseosas y quieren algo refrescante, especialmente si se consume bien fría.

Agua de coco
Conocida por ser naturalmente rica en electrolitos como sodio, potasio y magnesio, el agua de coco es una alternativa cada vez más valorada para hidratarse después del ejercicio o en días muy calurosos.
Goodson resalta que esta bebida ayuda a reponer los minerales que el cuerpo pierde a través del sudor. Lo ideal es elegir marcas que no agreguen azúcar u otros aditivos, para aprovechar al máximo sus beneficios naturales.
Té helado sin azúcar
El té frío, ya sea verde, negro o de hierbas, puede ser un excelente aliado para quienes buscan una bebida ligera y saludable. Siempre que se eviten los endulzantes añadidos, el té helado es una fuente de antioxidantes, como los polifenoles, que protegen las células del cuerpo y ayudan a combatir el estrés oxidativo.
Además, sirve como una alternativa fresca y sin calorías a los refrescos o bebidas energéticas. Prepararlo en casa permite controlar los ingredientes y personalizarlo con limón, menta o jengibre.

Kombucha
Esta bebida fermentada a base de té se ha vuelto muy popular en los últimos años, especialmente por su aporte de probióticos, que favorecen la salud intestinal. Si bien no reemplaza al agua como bebida principal, la kombucha puede ser una buena opción ocasional para quienes desean algo con un sabor diferente y un pequeño impulso digestivo.
La profesional recomienda revisar bien las etiquetas, ya que algunas marcas comerciales contienen altos niveles de azúcar. Elegí las opciones más naturales y con menor contenido de azúcar para disfrutar de sus beneficios sin excesos.
Jugo 100% natural (en porciones pequeñas)
Los jugos elaborados únicamente a base de fruta, sin azúcar ni aditivos, pueden ofrecer una buena dosis de vitaminas y antioxidantes. Sin embargo, los expertos aclaran que su consumo debe ser moderado, ya que incluso los jugos naturales contienen una cantidad elevada de fructosa, el azúcar natural de las frutas.
La nutricionista conseja tomar jugo en vasos pequeños, o mejor aún, diluirlo con agua para reducir el impacto glucémico. Esta práctica ayuda a disfrutar del sabor de la fruta sin elevar tanto el nivel de azúcar en sangre.
Leche
Aunque no siempre se asocia con hidratación, la leche es una bebida muy completa: contiene agua, electrolitos (como sodio y potasio), proteínas y carbohidratos. Por eso, puede ser especialmente útil después de hacer ejercicio o como parte de un desayuno nutritivo.
Tomarla bien fría en verano no solo es agradable, sino que también ayuda a rehidratar el cuerpo. Las versiones bajas en grasa o descremadas son recomendadas si se busca una opción más liviana en calorías, sin perder sus beneficios nutricionales.
Incorporar estas bebidas saludables a tu rutina puede ayudarte a mantenerte fresco, nutrido e hidratado durante todo el verano, sin necesidad de recurrir a refrescos azucarados o bebidas procesadas. Lo importante, según los especialistas, es escoger opciones naturales, bajas en azúcar y beber líquidos de forma constante a lo largo del día, especialmente cuando el calor aprieta.











