El presidente Donald Trump volvió a generar polémica con una propuesta que revive un ícono del sistema penitenciario estadounidense: reabrir la prisión de Alcatraz como una cárcel de máxima seguridad.
En su declaración, el mandatario afirmó que desea que Alcatraz vuelva a funcionar como prisión federal, esta vez destinada a los "delincuentes más violentos" y, en particular, a inmigrantes deportados que hayan ingresado ilegalmente al país. De concretarse, esta sería una de las acciones más simbólicas en su estrategia migratoria.
La propuesta no es menor: se trataría de convertir un sitio turístico icónico en una nueva prisión isla, en una movida que muchos ya comparan con Guantánamo, aunque Trump niega cualquier similitud. Asegura que su plan busca enviar un mensaje claro sobre "ley, orden y justicia".
¿Qué propone Trump con la reapertura de la prisión isla?
Según sus publicaciones, el presidente instruyó a agencias federales como el Departamento de Justicia, el Buró de Prisiones, el Departamento de Seguridad Nacional e incluso al FBI a evaluar la posibilidad de restaurar y ampliar Alcatraz.
Trump aseguró que esta cárcel serviría para encarcelar a:
- Personas acusadas de crímenes violentos.
- Inmigrantes deportados que reingresaron de forma ilegal.
- Delincuentes que considera una amenaza para la seguridad nacional.
La isla de Alcatraz dejó de funcionar como prisión en 1963 y desde entonces se ha transformado en un museo y destino turístico. Reactivar su uso como centro de detención requeriría una inversión millonaria y años de infraestructura, algo que contrasta con los recortes presupuestarios que el propio Trump ha propuesto para el Departamento de Justicia.
¿Es viable una prisión isla como Alcatraz para inmigrantes deportados?
Más allá del impacto mediático de la propuesta, varios expertos señalan las dificultades legales, operativas y financieras de reabrir una cárcel en la isla:
- Infraestructura obsoleta: Alcatraz lleva más de seis décadas cerrada. Su restauración implicaría años de obra y costos muy elevados.
- Competencia de instalaciones modernas: actualmente existe una prisión federal de máxima seguridad en Colorado (Florence ADX), sin antecedentes de fugas.
- Falta de competencia legal: el FBI, incluido por Trump en sus instrucciones, no tiene jurisdicción sobre el sistema penitenciario federal.
El uso de Alcatraz como cárcel de inmigrantes deportados enfrenta numerosos obstáculos políticos y técnicos, pero se debe esperar para conocer exactamente cómo se implementará.