

La herencia del siglo quedó definida: un sucesor concentrará el control de una fortuna estimada en 24.000 millones de dólares, una suma tan grande que se acerca al presupuesto anual de la NASA. El traspaso de poder pone fin a una disputa familiar que llevaba décadas y que había captado la atención de la política y los negocios internacionales.
El acuerdo no solo resuelve la distribución de los bienes, también garantiza la continuidad de un imperio mediático. Con esta decisión, se despeja el camino para una transición ordenada en la cúpula de una de las familias más influyentes del mundo.

¿Quién se queda con la herencia del siglo?
El heredero es Lachlan Murdoch, hijo mayor de Rupert Murdoch, quien se consolidó como el único sucesor tras un acuerdo millonario que selló el futuro de la familia. Para concretarlo, sus tres hermanos -James, Elisabeth y Prudence- recibieron 1.100 millones de dólares cada uno a cambio de renunciar a sus participaciones.
Con este paso, Lachlan quedó al frente de medios como Fox News, The Wall Street Journal, New York Post y The Sun de Londres. La decisión asegura que el conglomerado mantenga su orientación conservadora y confirma a Lachlan como su figura central, valuado en aproximadamente 24.000 millones de dólares.

¿Por qué su fortuna se compara con la NASA?
El control de 24.000 millones de dólares sitúa al heredero en un nivel de riqueza que se mide frente a instituciones estatales. Para dimensionarlo: el presupuesto oficial de la NASA en 2025 alcanza los 25.400 millones, apenas por encima de lo que ahora concentra un único sucesor.
La comparación ilustra la magnitud de esta herencia y su impacto económico. Más allá del número, la resolución garantiza estabilidad dentro de la familia, evita nuevas batallas legales y refuerza la influencia política de un emporio que seguirá marcando agenda en Estados Unidos y el Reino Unido durante los próximos años.











