

El Gobierno de los Estados Unidos confirmó que los billetes de dólar en mal estado o mutilados podrán ser reemplazados sin que los ciudadanos pierdan su valor. Esta medida responde a un programa oficial que busca proteger a las personas cuando sus billetes han sido dañados por incendios, inundaciones, cortes o desgaste.
La política es administrada por la Oficina de Grabado e Impresión (BEP), el organismo encargado de producir y verificar el papel moneda en el país, que cuenta con un servicio gratuito para canjear los billetes deteriorados.
Adiós al dólar: ¿Cómo cambiar los billetes dañados en Estados Unidos?
La Oficina de Grabado e Impresión (BEP) gestiona un programa de redención de billetes mutilados. Este servicio permite a cualquier ciudadano enviar sus billetes dañados y, tras un análisis técnico, recibir otros nuevos del mismo valor.
El programa aplica a billetes quemados, descoloridos, desgarrados o incompletos, siempre que se pueda comprobar su autenticidad. Una vez verificados, el organismo emite el reemplazo, que puede entregarse mediante depósito bancario o cheque del Tesoro.

El trámite es gratuito y tiene como objetivo garantizar que los billetes de dólar mantengan su valor incluso cuando dejan de ser utilizables en transacciones.
¿Cuáles son los requisitos para canjear los billetes mutilados?
La Oficina de Grabado e Impresión establece que el canje será válido si se cumple al menos una de estas condiciones:
- Que más del 50 % del billete de dólar esté presente.
- Que menos del 50 % esté disponible, pero haya pruebas claras de que la parte faltante fue destruida.
No se aceptan billetes que hayan sido mutilados de forma intencional o aquellos fragmentos que no puedan identificarse como moneda oficial de los Estados Unidos.
Quienes posean billetes de dólar deteriorados deben enviarlos directamente a la Oficina de Grabado e Impresión, junto con una carta explicando cómo se dañaron y los datos necesarios para recibir el reembolso.

De este modo, el Gobierno de los Estados Unidos garantiza que el dinero conserve su valor real, asegurando que los billetes dañados puedan ser sustituidos sin pérdida para los ciudadanos.















