Política económica

El objetivo de Trump detrás de los aranceles: el hombre que hace temblar la economía del mundo

Alejadas de las herramientas de dominación clásicas, Donald Trump llegó nuevamente a la Casa Blanca y sus objetivos afectan a los países vecinos. ¿Make America Great Again?

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El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca marca, sin duda alguna, el inicio de una nueva era de tensiones comerciales, estrategias de coerción económica y una política exterior centrada en la reafirmación del poder estadounidense sobre sus socios más próximos. Con un enfoque pragmático y beligerante, Trump dejó claro que la diplomacia tradicional no es su prioridad; en su lugar, apuesta por la intimidación económica y la negociación bajo presión.

Pero, ¿es posible que esto sea casualidad o es un plan milimétricamente calculado? Según los analistas entrevistados, Trump podría estar siguiendo un modelo maquiavélico donde el fin es lo único importa y el nacionalismo está presente en cada medida.

La lista completa de todo lo que aumentará de precio por los nuevos aranceles de Donald Trump a partir de ahora

Si bien la Constitución de EE.UU. otorga al Congreso la potestad de imponer aranceles, a lo largo de los años se delegó parte de ese poder al Ejecutivo. Para llevar a cabo su plan, Trump invocó la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA), que permite al presidente tomar decisiones comerciales unilateralmente en caso de declarar una emergencia nacional.

Aunque en 2019 amenazó con medidas similares contra México y China, esta es la primera vez en la historia que un mandatario estadounidense utiliza esta figura legal para imponer aranceles de manera efectiva.

Por otro lado, los aranceles estarán vigentes hasta que Trump lo decida. El mandatario condiciona la eliminación de los aranceles a que los países afectados "corrijan la situación", aunque no establece criterios claros sobre qué significaría esto.

Donald Trump amenazó a los países vecinos con imponer aranceles. Fuente: EFE.

La doctrina Monroe reforzada: América como "patio trasero" de EE.UU.

El sociólogo y politólogo de la Universidad de Toronto, Miguel Marín, afirmó que Trump reactivó una versión endurecida de la Doctrina Monroe, concibiendo el continente americano como una extensión de los intereses estadounidenses. Según el experto, su retórica populista refuerza la idea de que Estados Unidos ha sido "explotado" por sus vecinos y que es el momento de retomar el control económico y político en la región.

Esto genera directamente inquietud en países como Canadá y México, cuyos vínculos comerciales con EE.UU. están ahora sujetos a presiones arancelarias y amenazas de represalias económicas. La imposición de un 25% de aranceles a productos canadienses y mexicanos no solo reconfigura la dinámica comercial del Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), sino que también refuerza la narrativa de Trump de disciplinar a sus socios comerciales. Por esto, el primer ministro Justin Trudeau había advertido que su país "no tolerará ataques de un aliado y amigo". Como represalia, Canadá había amenazado con aplicar aranceles del 25% sobre productos estadounidenses valorados en 30.000 millones de dólares. Además, una segunda ola de tarifas, sobre 125.000 millones adicionales, se aplicaría tres semanas después.

Pero el teléfono no tardó en sonar. Trudeau negoció con Trump y se suspendieron los aranceles por 30 días en los que habrá contrapropuestas. El primer ministro dijo que "tuvo una buena llamada con Trump" y Estados Unidos pausará durante un mes la amenaza.

Sin embargo, en el caso canadiense Trump manifestó abiertamente su intención de incrementar el control sobre el petróleo y gas de su vecino del norte. Así mismo Marín profundizó: "Con la renuncia de Justin Trudeau, el camino está servido para un próximo gobierno conservador y con esto Trump habrá ganado un aliado importante en Ottawa. Si se cumple la ‘profecía' y Pierre se convierte en el próximo primer ministro, empezará rápidamente la expansión de líneas petroleras directas entre Canadá y los Estados Unidos para expandir la importación de petróleo a los Estados Unidos, y con esto Trump ganaría mayor independencia energética."

No obstante, la idea de convertir a Canadá en el "estado 51" sigue siendo una narrativa populista más que un objetivo real para el doctor por la Universidad de Toronto. Como argumenta Marín, "la anexión territorial es económicamente y culturalmente inviable". Sin embargo, la presión arancelaria y la coacción política podrían debilitar la soberanía económica de Ottawa, alineándola a los intereses de la Casa Blanca.

México: entre la contención migratoria y la sumisión comercial

El discurso de Trump también intensificó la hostilidad hacia México, utilizando la amenaza de aranceles para obligar al gobierno de Claudia Sheinbaum a reforzar la contención migratoria. 

Luis Rendueles, politólogo y consultor político mexicano, señaló que: "La figura de Trump representa la tensión entre el viejo orden global basado en normas y el ascenso de una política más transaccional, polarizante y centrada en los intereses inmediatos, en el pragmatismo político". También destacó que no es coincidencia que su "enemiga" sea Sheinbaum: "Encontrar un enemigo forma parte del decálogo populista. Una presidenta mujer y de izquierda, podría intensificar esa narrativa, vinculándola a agendas que Trump presenta como opuestas a los intereses estadounidenses." y siguió: "Trump construye su narrativa en torno al modelo del padre estricto, quien protege a su familia -la nación- de amenazas externas. Con esta narrativa, está reforzando su figura de hombre fuerte frente a la debilidad que él podría atribuir, injustamente, a una líder mujer."

La presidenta Sheinbaum negocio con Estados Unidos una prórroga de 30 días para congelar los aranceles. Fuente: EFE.

En términos comerciales, las medidas proteccionistas buscan hacer de México un eslabón subordinado en la cadena productiva de EE.UU., asegurando que las manufacturas mexicanas sigan dependiendo de los estándares estadounidenses sin obtener mayores beneficios en la renegociación del T-MEC. Además, la presión migratoria podría consolidar a México como un "tercer país seguro" de facto, obligándolo a detener migrantes centroamericanos y evitar su llegada a la frontera sur de EE.UU.

La presidenta Claudia Sheinbaum, por su parte, había anunciado medidas arancelarias y no arancelarias contra EE.UU. y había calificado de "calumnia" la justificación de Trump sobre la supuesta cooperación con el crimen organizado. Pero rápidamente reculó y acordó un mes de pausa para los aranceles a productos estadounidenses.

Panamá: el país que más tiene para perder frente a Trump 2.0

En el contexto latinoamericano actual, Panamá es posiblemente el país más vulnerable ante la presión estadounidense. La posibilidad de que EE.UU. imponga sanciones arancelarias o incluso busque un mayor control sobre el Canal de Panamá genera preocupaciones sobre la soberanía del país. La economía panameña depende en gran medida del tránsito de mercancías y cualquier injerencia estadounidense podría tener repercusiones significativas.

Un grupo de personas protestaron frente a unidades antidisturbios por la visita del Secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, en Ciudad de Panamá (Panamá). Fuente: EFE.

Claire Nevache, politóloga e investigadora en Panamá especialista en Derechos Humanos declaró en diálogo con El Cronista: "Está claro que algunos actores, como Estados Unidos, están buscando la reconfiguración de la geopolítica mundial, poniendo a un lado el multilateralismo que funcionaba desde el final de la Segunda Guerra Mundial, y volviendo a una lógica de áreas de influencia y de control territorial".

Make America Great Again, ¿Again?

Mariano Sardans, CEO de FDI Gerenciadora de Patrimonios y analista económico de Argentina y Estados Unidos, describió para este medio la estrategia económica de Trump como una combinación de presión inicial y negociación posterior. "Primero pega y después negocia", resume Sardans, quien argumenta que la política de tarifas y restricciones comerciales busca forzar concesiones que favorezcan a EE.UU. sin necesidad de involucrarse en conflictos militares o políticos costosos. Además Sardans resaltó que "no hay una nueva forma de hacer tratados comerciales. Trump está jugando fuerte y cumpliendo sus promesas de campaña".

Donald Trump utilizó poderes del Congreso para aplicar aranceles a países vecinos. Fuente: EFE.

Bajo esta lógica, la "guerra comercial" de Trump no es una mera estrategia de confrontación, sino una herramienta para reconfigurar el sistema de relaciones internacionales en función de los intereses estadounidenses. La imposición de tarifas a Canadá y México, así como las amenazas a Panamá y Colombia, responden a una visión transaccional donde la diplomacia se sustituye por la intimidación económica.

El plan de Trump 2.0: ¿Conquista, guerra comercial o sumisión política?

Lejos de una "conquista" territorial tradicional, Trump optó por una política de sumisión económica y disciplinamiento político de sus vecinos. La guerra comercial, más que un fin en sí mismo, es el medio para reafirmar el poder estadounidense sin recurrir a conflictos armados. La estrategia de presión económica y negociación forzada busca establecer un orden geopolítico donde los países del continente no solo dependen de EE.UU., sino que también se alinean con su agenda política y económica.

El segundo mandato de Trump, por lo tanto, no solo representa una nueva fase en la política interna de EE.UU., sino también una transformación profunda en la relación de Washington con sus socios más cercanos. La pregunta que persiste es si estos países encontrarán estrategias para resistir la presión estadounidense o si, como sucedió hasta ahora, van a ceder a las imposiciones de la Casa Blanca. Trump volvió, y su "plan" está saliendo a la perfección.

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