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Un grupo de arqueólogos confirmó la existencia de una enorme acumulación de lingotes antiguos en el lecho del río Sava, dentro del territorio de Bosnia y Herzegovina. El descubrimiento sorprendió a los especialistas por la cantidad, el estado de conservación y el valor histórico que representan estas piezas metálicas de más de dos mil años.

El material fue localizado bajo el agua gracias a imágenes tomadas por un residente local, lo que impulsó a los arqueólogos a iniciar una expedición subacuática. Desde el primer día quedó claro que se trataba de uno de los depósitos más grandes jamás registrados en la región, con objetos que podrían reescribir parte de la historia del comercio antiguo.

Sin precedentes: científicos desentierran lingotes de oro y pertenece todo a este país

La investigación comenzó cuando un fotógrafo local captó figuras inusuales bajo la superficie del Sava. Sus imágenes condujeron a un equipo especializado a marcar puntos de referencia, bajar al lecho del río y realizar una fotogrametría completa del área para reconstruir en 3D la disposición de los lingotes. Cada uno fue extraído, numerado y colocado en agua destilada para evitar su deterioro.

Los arqueólogos identificaron que los lingotes de oro poseen una forma bipiramidal, un diseño asociado a materia prima para fundición y producción metalúrgica. Este tipo de piezas ya había sido registrado en pequeños lotes en países como Francia, Alemania o Hungría, pero jamás en una concentración de semejante magnitud.

Imagen ilustrativa de los lingotes de oro hallados en Bosnia. Fuente: Archivo.Fuente: ShutterstockShutterstock

Las primeras estimaciones ubican la antigüedad de este cargamento entre los siglos I y II antes de Cristo, un período clave entre la cultura de La Tène y la expansión romana. La particularidad del hallazgo es que se preservaron en posición similar a como habrían estado dentro de una embarcación, lo que sugiere un hundimiento repentino.

¿Qué significaban los lingotes para el comercio antiguo?

Los análisis preliminares sitúan el origen del cargamento entre los siglos I y II antes de Cristo, un período marcado por transformaciones económicas y culturales en la región. La concentración de piezas indica la existencia de rutas de distribución consolidadas y una demanda significativa de metal en los asentamientos cercanos.

El volumen del hallazgo permite además revisar el rol de Bosnia y Herzegovina dentro de las redes comerciales antiguas. Para los arqueólogos, estos lingotes podrían confirmar que la zona tenía una importancia económica mucho mayor de la que se le atribuía hasta ahora.