La detección precoz del Alzheimer sigue siendo uno de los mayores desafíos en el campo de la neurología. Aunque existen tratamientos que pueden ralentizar el avance de la enfermedad, su eficacia depende en gran parte de un diagnóstico temprano, algo que hoy resulta difícil de alcanzar con los métodos disponibles.
En ese contexto, un nuevo estudio llevado a cabo por la Universidad de Otago en Nueva Zelanda, en colaboración con la Universidad de Virginia en los Estados Unidos, reveló un signo oculto que podría ser clave para anticipar la aparición del Alzheimer.
El trabajo, publicado en el Journal of Alzheimer's Disease, sugiere que ciertos cambios en los ojos podrían advertir sobre un mayor riesgo de desarrollar demencia antes de que aparezcan síntomas cognitivos.
¿Cuál es el signo oculto que podría anticipar el Alzheimer?
El estudio se apoyó en escaneos oculares tomados a los 45 años a participantes del Dunedin Study, la investigación longitudinal más extensa de Nueva Zelanda y una de las más detalladas del mundo.
Los análisis revelaron que tres características de la retina estaban relacionadas con un mayor riesgo de demencia: arteriolas más estrechas, vénulas más anchas y capas más delgadas de fibras nerviosas. Estos vasos forman parte de la microvasculatura retiniana.
"La retina está conectada directamente con el cerebro", explicó la doctora Ashleigh Barrett-Young, psicóloga de la Universidad de Otago y coautora del estudio. "Se cree que muchos de los procesos de la enfermedad de Alzheimer se reflejan en la retina, lo que la convierte en un buen objetivo como biomarcador para identificar a personas en riesgo".
Uno de los hallazgos más inesperados fue el papel de las vénulas (pequeños vasos sanguíneos) "Me sorprendió que estuvieran asociadas con tantas dimensiones diferentes del Alzheimer. Eso sugiere que podrían ser un objetivo particularmente útil para evaluar el riesgo de demencia", agregó.
¿Cómo puede este hallazgo ayudar a diagnosticar el Alzheimer a tiempo?
La investigación forma parte del seguimiento a largo plazo del Dunedin Multidisciplinary Health and Development Study, considerado el más completo en su tipo.
Los escaneos de retina, una herramienta no invasiva, se muestran prometedores frente a los métodos actuales, como las pruebas cognitivas (que no detectan la enfermedad en fases tempranas) y estudios como la resonancia magnética o la PET, que resultan costosos y poco accesibles.
Barrett-Young destacó que, aunque aún no es posible predecir el futuro de una persona mediante un escaneo ocular, el uso de inteligencia artificial podría cambiar ese panorama en el futuro. "Esperamos que algún día podamos usar IA aplicada a escaneos oculares para dar una indicación sobre la salud cerebral, pero todavía no estamos en ese punto", aclaró.
Saber con anticipación quién podría beneficiarse de estas terapias es crucial, y es ahí donde este hallazgo podría marcar una diferencia sustancial. "Este trabajo está poniendo piezas juntas en el rompecabezas del Alzheimer", concluyó la investigadora.