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Afta: cuál es la mejor forma para terminar con esta molestia bucal

Conoce qué es la afta, cuáles son los síntomas y cómo puede tratarse.

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La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica en su portal web que las enfermedades no transmisibles son la principal causa de muerte y discapacidad en el mundo. Sin embargo, aseguran que muchas se pueden prevenir mediante la reducción de los factores de riesgo comunes.

Por ese motivo, conoce qué es la afta, cuáles son sus síntomas, cómo reducir los factores de riesgo y cuáles son los mejores tratamientos disponibles.

¿Qué es la afta?

Según explica el portal sobre salud Mayo Clinic, la afta, también conocida como úlcera aftosa, es una lesión dolorosa que aparece en la mucosa oral. Se caracteriza por ser una llaga redonda o ovalada, de color blanco o amarillento, rodeada de un halo rojo. Aunque no es contagiosa, puede causar molestias significativas al comer, hablar o cepillarse los dientes.

Las aftas pueden ser provocadas por diversos factores, como estrés, deficiencias nutricionales, o irritaciones locales. Aunque generalmente desaparecen por sí solas en una o dos semanas, existen tratamientos tópicos y enjuagues bucales que pueden aliviar el dolor y acelerar la curación. Es recomendable consultar a un profesional de la salud si las aftas son recurrentes o muy dolorosas.

¿Cuáles son los síntomas de la afta?

Los síntomas de las aftas incluyen: 

  1.  Apariencia: Son lesiones redondas u ovaladas con un centro blanco o amarillo y un borde rojo, que se forman en diversas áreas de la boca, como la lengua, mejillas, labios, encías o paladar blando.
  2. Sensación previa: Puede haber una sensación de hormigueo o ardor uno o dos días antes de que aparezcan las aftas.
  3. Tipos de aftas: Aftas menores son pequeñas, ovaladas, con borde rojo, que sanan en una o dos semanas sin dejar cicatrices. las aftas mayores: Más grandes y profundas, extremadamente dolorosas, que pueden tardar hasta seis semanas en curarse y dejar cicatrices. - Aftas herpetiformes: Pequeñas (del tamaño de una cabeza de alfiler), suelen aparecer en grupos y pueden unirse para formar úlceras grandes, sanando sin cicatrices en una o dos semanas.
  4. Cuándo consultar al médico: Se recomienda hacerlo si las aftas son inusualmente grandes, recurrentes, persistentes, se extienden hacia los labios, causan dolor intenso, dificultan la alimentación o están acompañadas de fiebre alta.

¿Cómo saber si una persona tiene afta?

El diagnóstico de las aftas se realiza principalmente a través de un examen visual por parte de un médico o dentista. Estos profesionales pueden identificar las lesiones características en la mucosa oral sin necesidad de realizar exámenes adicionales. Sin embargo, si las aftas son recurrentes o severas, el médico puede optar por realizar algunas pruebas para descartar otros problemas de salud subyacentes. Esto asegura que se aborden adecuadamente las causas que podrían estar contribuyendo a la aparición de estas úlceras bucales.

¿Cómo tratar la afta?

Las aftas son lesiones bucales comunes que, en la mayoría de los casos, no requieren tratamiento y desaparecen por sí solas en una o dos semanas. Sin embargo, si las aftas son grandes o muy dolorosas, es importante buscar atención médica.

Existen diversas opciones de tratamiento que pueden ayudar a aliviar el dolor y acelerar la curación, como enjuagues bucales con esteroides o lidocaína, que son recetados por un médico.

Además de los enjuagues, hay productos tópicos disponibles tanto con receta como sin ella, que pueden aplicarse directamente sobre las aftas. Ingredientes como la benzocaína, fluocinonida y peróxido de hidrógeno son comunes en estos productos y pueden proporcionar alivio del dolor. Es recomendable consultar a un médico o dentista para elegir el producto más adecuado según la situación.

En casos más severos, se pueden considerar medicamentos orales o tratamientos como la cauterización, que utiliza sustancias químicas para reducir el dolor y acelerar la curación. También es importante evaluar la ingesta de nutrientes, ya que deficiencias en vitaminas y minerales pueden contribuir a la aparición de aftas. Si las aftas están relacionadas con un problema de salud subyacente, el tratamiento del trastorno será fundamental para su resolución.

Afta: posibles factores de riesgo

Los factores de riesgo para desarrollar aftas incluyen la edad, siendo más comunes en adolescentes y adultos jóvenes, así como el género, ya que afectan más a las mujeres. Además, las personas con antecedentes familiares de aftas recurrentes pueden estar predispuestas, lo que sugiere una posible influencia hereditaria o la exposición a factores ambientales compartidos, como ciertos alimentos o alérgenos.

En conclusión, conocer los síntomas de las enfermedades y las opciones de tratamiento disponibles es fundamental para tomar decisiones informadas sobre nuestra salud. No dudes en consultar a tu médico y seguir sus recomendaciones.

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