Amenaza al comercio mundial

Una fuerte coalición protege el comercio en el mar Rojo

La operación "Prosperity Guardian", liderada por Estados Unidos contrarresta los ataques hutíes en el Canal de Suez por la guerra de Israel contra el grupo terrorista Hamás. Se evitan importantes aumentos de flete y falta de contenedores.

El Pentágono sorprendió con el anuncio de una coalición militar liderada por EEUU e integrada, hasta ahora, por otros siete países más, con el objetivo de garantizar la seguridad y la libertad de navegación en el mar Rojo, sobre todo después de los recurrentes ataques de los rebeldes hutíes desde Yemen, que han advertido que continuarán atacando barcos vinculados con Israel en esta zona.

La coalición, que actúa bajo el nombre de Operación Guardián de la Prosperidad (Prosperity Guardian) que comanda Washington, sumó también al Reino Unido, Francia, Italia, Países Bajos, Noruega, Bahréin y Seychelles. En un principio, el grupo también contaba con la presencia de España, aunque el Ministerio de Defensa aclaró que no participará en la operación porque "está sujeta a decisiones de la Unión Europea y la OTAN y el Ejército español no se implicará unilateralmente".

Además de los  miembros de la coalición, hay diez gobiernos anónimos que ocultan su participación.

Gracias a esta iniciativa, la naviera Maersk anunció que retomaría las operaciones a través del Canal que había suspendido debido a los ataques terroristas.

Camino al colapso logístico

Días atrás, las principales navieras anunciaron que detendrán el flujo de sus barcos por el mar Rojo tras la intensificación de ataques de los rebeldes hutíes de Yemen a embarcaciones en esas aguas. Desde hace semanas, estos aliados del grupo terrorista Hamás, anunciaron que atacarían a los barcos que tuvieran como destino Israel, como represalia por su guerra en Gaza.

La empresa suiza Mediterranean Shipping (MSC), la mayor naviera de contenedores del mundo, anunció que dejará de utilizar el Canal de Suez.

MCS dio la noticia después de que su buque portacontenedores MSC Palatium III fuera atacado por el grupo rebelde, cuyas fuerzas dispararon dos misiles balísticos, uno de los cuales alcanzó a la embarcación provocando un incendio. La empresa reportó que no hubo heridos y que el navío presentó daños "limitados". Sin embargo, avisó que no transitará más la ruta "hasta que el paso por el mar Rojo sea seguro".

Su anuncio no fue el único. El armador francés CMA CGM también ordenó a sus tripulaciones evitar la travesía. La danesa Maersk, la francesa CMA y la firma y chileno-alemana Hapag-Lloyd dieron asimismo indicaciones de suspender operaciones en el mar Rojo a sus barcos. 

De persistir, esta situación hubiese complicado el paso a los portacontenedores con todo tipo de productos por el Canal de Suez, una de las rutas más transitadas del mundo que conecta Europa y el norte de África con Asia.

Evitar el mar Rojo implica un camino más largo, que rodea la costa africana hasta llegar a Europa, o bien el recorrido inverso hasta llegar a Asia. Esta alternativa generará impactos en el comercio mundial porque se trata de una ruta más larga y, por lo tanto, más costosa.

Además de atacar a los barcos, el grupo terrorista también disparó drones y misiles contra Israel a más de 2.000 kilómetros de su sede de poder en Saná, en apoyo a Hamás.

El canal de Suez es un eje estratégico del comercio mundial, ya que a lo largo de un año pasa por allí alrededor del 10% del comercio mundial por tonelaje y el 9% del petróleo transportado por mar, equivalente a 5,5 millones de barriles al día.

Otro factor preocupante es la situación actual del Canal de Panamá, esa ruta alternativa que por falta de agua hoy solo puede albergar 18 buques diarios, en lugar de los 40 que suele recibir habitualmente.

Faltan contenedores

Al verse obligados a realizar trayectos más largos para evitar el Canal de Suez, los contenedores deberán viajar entre 10 a 15 días más. Se estima por tanto que si el conflicto continúa, se necesitarían cerca de 1,6 millones de contenedores adicionales para balancear la demanda.

La falta de contenedores, impactará primeramente en el mercado asiático, gran demandante de equipos sobre todo para exportación, aunque finalmente se producirá un efecto dominó con consecuencias para todo el mundo.

Se repetirá entonces una situación similar a la vivida durante el Covid, donde la cadena logística se detuvo y los contenedores no regresaron a Asia para su siguiente viaje.

El impacto de este fenómeno en las tarifas sería inevitable. Solo quedaría ver el porcentaje de alza y el tiempo que tardará en normalizarse el mercado una vez que cese el conflicto.

El nuevo escenario, seguramente normalice la situación en muy poco tiempo.

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