Mantener la memoria activa es fundamental para la salud cognitiva. Según los expertos de Harvard, un ejercicio muy fácil de realizar puede marcar la diferencia a la hora de combatir problemas de memoria.
Heidi Godman, editora ejecutiva de Harvard Health Letter, destaca en un estudio publicado en Plus One que la práctica de "la rutina del explorador" estimula la capacidad cerebral de manera efectiva.
Rutina del explorador: el sencillo ejercicio que le hace bien a tu memoria
La "rutina del explorador" u orientación, según los expertos de Harvard y la Universidad McMaster, se posiciona como una herramienta poderosa para entrenar la memoria y prevenir su deterioro.
Este ejercicio combina actividad física con desafíos mentales, enfocándose en habilidades de navegación espacial que, debido al uso constante de GPS, muchos hemos dejado de ejercitar.
Emma Waddington, autora principal del estudio, subraya que la orientación activa áreas cerebrales esenciales, anteriormente utilizadas por nuestros antepasados para cazar y recolectar. Estas áreas, hoy menos demandadas, son clave para la memoria y la toma de decisiones.
Lo destacable es que con solo 15 minutos de práctica se pueden obtener beneficios significativos, mejorando no solo la memoria, sino también la capacidad de concentración y resolución de problemas.
La orientación no requiere equipos complejos ni largas horas de entrenamiento. Basta con un mapa y un espacio al aire libre, como un parque o un barrio desconocido, para iniciar la exploración.
Beneficios cognitivos de la orientación en la naturaleza
La orientación en la naturaleza, conocida como la "rutina del explorador", es una excelente manera de mejorar la salud mental y las capacidades cognitivas.
La idea es que desplazarse y ubicarse en un entorno sin ayuda tecnológica, utilizando la percepción espacial y habilidades cognitivas para orientarse y tomar decisiones sobre el camino a seguir.
Según los estudios, esta práctica activa múltiples áreas del cerebro y aporta beneficios que van más allá de la memoria. A continuación, te contamos los principales:
- Fortalece la memoria espacial: ayuda a recordar ubicaciones y puntos de referencia, mejorando tu capacidad para orientarte y organizar información.
- Estimula la atención y concentración: seguir mapas y observar el entorno te mantiene enfocado y reduce la fatiga mental.
- Mejora la toma de decisiones: resolver problemas inesperados y elegir rutas entrena tu habilidad para enfrentar contratiempos.
- Incrementa la flexibilidad cognitiva: adaptarte a cambios en el entorno te permite desarrollar una mayor capacidad de ajuste ante imprevistos.
- Reduce el estrés cognitivo: la actividad física combinada con la exploración natural disminuye el estrés y la ansiedad.
- Potencia la neuroplasticidad: los nuevos estímulos en la naturaleza fomentan conexiones neuronales esenciales para el aprendizaje.
- Refuerza la función ejecutiva: planificar rutas y gestionar tareas fortalece habilidades como la organización y la planificación.
- Favorece el bienestar emocional: el contacto con la naturaleza y el ejercicio físico elevan el ánimo y benefician la salud mental.