Warren Buffett mira de reojo al sector aéreo. El octogenario inversor, que el pasado fin de semana remitió su tradicional carta anual a sus accionistas, aseguró en una entrevista en la CNBC que "no descartaría comprar una aerolínea entera", de la misma manera que compró la empresa ferroviaria BNSF por 26.000 millones de dólares en 2009.
Buffett ya controla mediante su brazo inversor, Berkshire Hathaway, participaciones pequeñas en las principales compañías aéreas del país, Delta(+1,5%), American Airlines(+2,1%) United Continental (+2,2%) y Southwest (+2%).
Las palabras del Oráculo de Omaha dieron un impulso a las acciones de estas cuatro compañías llegaron a subir más del 2,6% en la Bolsa de Nueva York hoy.
No obstante, el gurú de los mercados indicó que, generalmente, a Berkshire Hathaway "no le atrae tener más de un 10% del capital de ninguna compañía".
Buffett remitió su carta anual a los accionistas este sábado en la que destacó que Berkshire había multiplicado casi por dos su beneficio hasta los u$s 44.940 millones, gracias a la reforma fiscal que acaba de entrar en vigor en Estados Unidos. Según explicó el afamado inversor, los cambios fiscales aprobados por la administración Trump supusieron un impacto extraordinario positivo de u$s 29.000 millones para el conglomerado inversor.
Acciones o bonos: qué elige Buffett
Por otro lado, la segunda mayor fortuna del mundo para Forbes también defendió la inversión en valores sobre bonos a largo plazo. "Si tuviera que elegir, eligiría acciones en un minuto", aseveró Buffett en su entrevista en la CNBC.
El inversor justificó su apuesta al indicar que "si fuera a tener en cartera bonos de EEUU a treinta años o valores a treinta años, creo que las acciones se revalorizarían considerablemente más que los bonos".