El apellido Matarazzo es sinónimo de pastas en la Argentina. En 1964 fundaron la fábrica que luego sería adquirida por Molinos Río de la Plata 14 años después. Sin embargo, la familia tuvo otros emprendimientos previos en el país e incluso en Brasil integraron uno de los clanes más ricos y exitosos de la historia.

Los Matarazzo eran nueve hermanos y vivían en Santa Maria di Castellabate, un pequeño pueblo al sur de Nápoles donde trabajaban la tierra. Pero la situación en Italia a fines del siglo XIX no era la mejor entonces Francesco, el mayor, decide viajar a Sudamérica en 1881 para buscar un futuro más próspero.

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