

El sexo siempre encontró en Internet un terreno muy fértil para expandirse. En un principio fue la pornografía. Millones de fotos y videos se multiplicaron a la par de los sitios web y el aumento de la banda ancha. Pero con la llegada de la Web 2.0, en la era de las redes sociales y los móviles, el sexo encontró una variante entre las personas que desean encontrar una pareja para tener sexo rápido y sin vueltas. Doy tres ejemplos:
¿Querés tener sexo conmigo? es la pregunta que realiza la aplicación Bang with friends, que es furor en Facebook. Sin vueltas ni romanticismos. Al grano. El usuario instala la aplicación, le envía la pregunta a los contactos de su lista que también la hayan instalado y se sienta a esperar que alguien responda afirmativamente. Por supuesto, todo se realiza de una manera completamente anónima y bajo estricta confidencialidad. Si hay coincidencia, la app le manda un mail a cada interesado para que sigan el vínculo por correo. Es el viejo y conocido sexo casual, pero en la era de las redes sociales: más rápido y sin culpas. Una suerte de versión virtual de la sección Da para darse de Perros de la calle, el programa radial de Andy Kusnetzoff en Metro.
El boom por el soft creado por tres personas hasta el momento anónimas es tan grande en otros países como Brasil que hace dos semanas la aplicación fue la protagonista de la tapa de la conocida revista Veja.
Otra red social que apunta al sexo casual es SecondLove pero le da una vuelta: está destinada a personas comprometidas pero que buscan una aventura secreta y sin compromisos. Con una cuenta premmium (paga), es posible interactuar con otras personas con el mismo objetivo: la trampa. Fue fundada en 2008 por el holandés Erik Drost, quien me explica vía mail: La creamos porque cuando la gente quiere conquistar, muchos mienten sobre su estado civil. En cambio con SecondLove, permitimos que sean honestos en cuanto a su situación. Todos saben que los demás están comprometidos así que no hay necesidad de mentir. En nuestro país la red social ya tiene más de 100 mil argentinos registrados, a raíz de diez mil nuevos cada mes. El dato que me llamó la atención es que el 50 por ciento de los registrados son mujeres, lo cual acaba con la creencia machista de pensar que los hombres son más picarones a la hora de salir a buscar una aventura fuera de casa.
La tercera aplicación que quiero destacar se llama Snapchat que básicamente sirve para enviar contenido (fotos, mensajes o videos cortos) desde un celular a otro pero el receptor sólo puede verlo durante el tiempo que el emisor quiera. Pueden ser apenas unos segundos o un par de días. Pasado el tiempo asignado, la foto o el video se auto borra sin dejar rastros. El receptor no lo puede guardar ni copiar.
Gracias a los millones de usuarios que todos los días envían más de 60 millones de fotos o mensajes, los jóvenes fundadores de Snapchat, Bobby Murphy y Evan Spiegel (de apenas 22 y 24 años) son las nuevas estrellas de Silicon Valley. Ya recibieron más de 12 millones de dólares en inversiones sin todavía un modelo de negocios establecido.
¿Qué tiene que ver esta app con el sexo? Bastante, porque los adolescentes (y no tanto) ya le encontraron un uso inesperado y caliente: se envían fotos eróticas sin miedo a que esas imágenes circulen después libremente por la Web. Encontraron en Snapchat una variante mucho más segura para el sexting, que es el envío de fotos subidas de tono mediante mensajes de texto o mail.
La idea no es original pero su éxito logró llamar la atención de Mark Zuckerberg, fundador de Facebook. Luego de un fallido intento de compra, la red social más usada del mundo lanzó su propia app llamada Poke, que funciona igual a Snapchat.










