La liberación del cepo fue celebrada en la industria vitivinícola. En el sector ven con buenos ojos el nuevo dólar libre y aseguran que, al mejorar el tipo de cambio, los números de exportación cortarán su racha negativa. Sin embargo, insisten en la necesidad de sellar acuerdos de libre comercio para mejorar la participación del vino argentino en el mundo.
"Esto es un primer paso y esperemos que gradualmente se vayan sacando las trabas que limitan a las empresas y nos den herramientas para ser más competitivos en los mercados", dijo José Zuccardi, presidente de la bodega que lleva su nombre.
En los primeros tres meses del año, la Argentina exportó 41,3 millones de litros de vino. Una caída del 3,5% en comparación con el mismo período de 2024, según datos del Instituto Nacional Vitivinícola (INV). En números se exportaron 1,5 millones de litros menos en relación con 2024.
"Deberíamos beneficiarnos porque mejora el tipo de cambio para las exportaciones. Nosotros en nuestra bodega tenemos un mercado claramente exportador. Hay que ver cómo impacta en la inflación y en los precios. Pero el saldo debería ser positivo", reconoció Zuccardi que hoy exporta el 40% de lo que produce.
En la semana del malbec, Bodegas de Argentina celebró la medida y aseguró "que el país va camino a un ordenamiento económico". Sin embargo dijo que es prematuro hacer un balance del nuevo dólar "porque no sabemos en qué valor se va a estabilizar".
Magdalena Pesce,CEO de Wines Of Argentina (WOFA), la entidad responsable de la promoción del vino argentino en el exterior asegura que la modificación del dólar generó alivio. "Tuvimos una devaluación del 9%. Eso da alivio para las exportaciones porque estábamos muy ajustados. Hay buena expectativa para exportación. Hay que ver qué pasa con los aranceles y si la Argentina puede negociar en particular con Estados Unidos, eso será determinante porque es nuestro principal comprador".
Ahora bien, para Eduardo López, dueño de la Bodega López la medida es positiva y se traduce en una guiño para las exportaciones, aunque reconoce que la devaluación encareció de manera inmediata los insumos que se importan.
Listas más caras
En ese sentido, López explicó que hoy el mercado vitivinícola tiene muchos de sus insumos importados. "En la balanza, la industria importa más de lo que exporta, por ende el nuevo dólar para muchos se traduce en una mala noticia", dijo.
El corcho es un producto 100% importado y si bien las botellas se fabrican en el país, uno de sus principales componentes -soda Solvay- se trae del exterior. "El mismo lunes los precios de los proveedores tenían en promedio entre un 10% y un 15% de incremento", dijo López.
Y si bien los precios de lista ya aumentaron, a la hora de pagarlos, el regateo se convirtió en un hábito de los últimos días. "Los proveedores están vendiendo menos porque cae el consumo del vino. Eso hace que, si bien los precios de las listas suben al ritmo del nuevo dólar, haya más poder de negociación", agregó el bodeguero que destina más del 90% de su producción al mercado local.
Un pedido recurrente
En este contexto las bodegas insisten en pedir acuerdos de libre comercio, para ser más competitivos en el mundo, pero también baja en los impuestos y cambios en las leyes laborales para mejorar su rentabilidad en el mercado local.
"La liberación del cepo es celebrada. Pero insistimos con acuerdos de libre comercio, como por ejemplo nuestro principal competidor, Chile. Tenemos muchos impuestos innecesarios que hacen que los márgenes de rentabilidad sean muy bajos", agregaron en Bodegas de Argentina.
En este contexto, para Pesce hay que estar atentos. "Hay que trabajar en cosas de fondo tanto una reforma impositiva como el trabajo interno de cada bodega para ser más competitivo, en costos internos y recursos".
"A mediano plazo entendemos que hay un beneficio final porque la macro va a mejorar. Pero necesitamos que está acompañado de mejoraras impositivas para nuestro sector", remarcó López.