Para muchas familias, un perro o un gato ya no se trata solo de una mascota, hoy los animales ocupan un lugar central en la vida cotidiana y, en muchos casos, reemplazan el espacio que antes ocupaban los hijos. Según datos de Mars Pet Nutrition, compañía dedicada a la fabricación de alimentos balanceado, informó que el año pasado los argentinos destinaron más de u$s 2000 millones a la compra de alimento para sus animales y que este año la cifra podría ser aún mayor. El mercado argentino de alimentos para mascotas es uno de los más relevantes de Latinoamérica, señala el informe. En 2024, se vendieron unas 800.000 toneladas de alimento balanceado, por un valor de u$s 2.200 millones, y se estima que el volumen seguirá creciendo en los próximos años. Aunque los alimentos secos siguen siendo la categoría de mayor volumen, los dueños buscan cada vez más productos con beneficios específicos. Esto se debe a que entre un 30% y 40% de perros y gatos presentan sobrepeso u obesidad, según el Instituto Waltham. Mars advierte que la segmentación por edad, tamaño y condición de salud de las mascotas es una tendencia en crecimiento. Las familias buscan cada vez más formatos accesibles y alimentos con beneficios, al mismo tiempo que aumenta la consulta al veterinario como parte de una tenencia responsable. Según fuentes del sector, una visita suele rondar los $ 40.000. Según datos de Nestlé Purina, el gasto mensual en alimento balanceado supera los $ 60.000 por mascota. En hogares con perros suele ser más alto, ya que requieren mayores porciones, mientras que en casas con gatos el gasto es más bajo. En el caso de que se tengan ambas especies, el presupuesto necesario sube de forma considerable. En la página web de Puppis, por ejemplo, los alimentos más económicos para perros comienzan en $ 36.500 y alcanzan los $ 99.400. En cambio, para gatos, un paquete económico cuesta $ 27.300, y los productos premium llegan a $ 91.109. Alimentar a perros y gatos ya representa uno de los negocios más fuertes dentro del consumo masivo. De acuerdo a un documento de GlobeNewswire, ocho de cada diez hogares en la Argentina conviven con una mascota y, pese a la presión sobre los bolsillos, la mayoría sostiene el gasto en alimento balanceado. La explicación está en el lugar que los animales ocupan dentro de las familias. Hoy, siete de cada diez dueños los consideran un miembro más del hogar y, en el caso de los más jóvenes, cuatro de cada diez aseguran que son lo más importante en sus vidas, según un informe de Euromonitor. Ese vínculo es el que empuja a priorizar la compra de comida para mascotas frente a otros rubros, incluso en tiempos de ajuste. Con esa base de consumo, Mars proyecta que el mercado argentino podría superar el millón de toneladas anuales hacia 2030, siempre y cuando los salarios logren estabilizarse. "La decisión de muchas personas de elegir una mascota antes que tener un hijo consolidó a perros y gatos como miembros plenos del hogar y disparó la demanda de alimentos de mayor calidad, productos específicos y servicios complementarios", indicó Natalia Bosuel, Marketing Manager de Nestlé Purina. Según Bosuel, los dueños dejaron de acumular productos y comenzaron a "comprar de forma más racional y acorde a las necesidades de cada mascota." Este cambio se traduce en decisiones concretas que impactan directamente en la rutina de los hogares. Los consumidores eligen envases más pequeños o fraccionados, controlan con mayor cuidado las raciones y prestan más atención a la cantidad de alimento diaria. La tendencia se observa con mayor fuerza en casas con varias mascotas o con animales de razas pequeñas, donde el cálculo de la porción es clave para no desperdiciar ni exceder el consumo.