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La Argentina volvió a consolidarse como el principal mercado de Prosegur Alarms en América latina y uno de los más relevantes a nivel global para la compañía. Con cerca del 42% del negocio regional y alrededor del 35% del denominado “rest of the world”, el desempeño local se convirtió en una variable central para la estrategia del grupo, que en 2025 registró una expansión de doble dígito en su base de clientes y reforzó su plan de inversiones. El mes pasado, la compañía adquirió los activos de USS en la Argentina, que contribuyó al crecimiento local.

“Fue un muy buen año”, dijo Maximiliano Kassai, director general de Prosegur Alarms para Latinoamérica, al repasar los resultados de la operación local. Según detalló, la empresa sumó cerca de 140.000 nuevas conexiones durante 2025 y expandió su base de clientes por encima del 12% frente a 2024, con ventas que también crecieron en doble dígito.

El crecimiento se apoyó tanto en la captación de nuevos usuarios como en la retención de los clientes existentes, un eje clave en un negocio de contratos de largo plazo. “El desafío es cómo traer nuevos clientes y, al mismo tiempo, cómo hacer para que los actuales no se den de baja. En ambos frentes nos fue muy bien”, afirmó Kassai.

Uno de los factores estructurales que explican el potencial del negocio es la baja penetración del servicio de alarmas monitoreadas en la Argentina. De acuerdo con datos de la compañía, apenas alrededor del 4% de los hogares cuenta con este tipo de soluciones, muy por debajo de Europa —donde el promedio ronda el 15%— y de Estados Unidos, donde la cobertura alcanza al 40% de los hogares. “Hay muchísimo espacio para crecer”, sostuvo.

Maximiliano Kassai, director general de Prosegur Alarms para Latinoamérica

A ese escenario se suma la persistencia de la inseguridad como una de las principales preocupaciones de los hogares. “Sigue siendo un problema vigente y fuerte, y eso lleva a que muchas personas evalúen ingresar en servicios como el nuestro”, comentó.

Inversión sostenida y foco tecnológico

En ese contexto, la empresa definió un plan de crecimiento de mediano plazo, con un objetivo promedio del 10% anual, apoyado en un fuerte esfuerzo inversor. Solo en la Argentina, Prosegur Alarms destina entre 20 y 30 millones de euros por año.

Cerca del 80% de ese monto se orienta a proyectos tecnológicos, con foco en inteligencia artificial, digitalización de procesos e implementación de plataformas como Salesforce, mientras que el resto se reparte entre marketing, comunicación y equipamiento.

“La categoría necesita mucha educación”, explicó Kassai. “Históricamente se comunicó poco y muchos clientes creen que es un servicio inaccesible. Hay que explicar qué es una alarma monitoreada y qué valor aporta”. Cada instalación —tanto en hogares como en pequeños comercios— implica equipos cuyo costo oscila entre u$s 500 y u$s 700.

Expansión territorial y peso del AMBA

Desde el punto de vista geográfico, cerca del 70% de los clientes de Prosegur Alarms se concentra en CABA y el AMBA, una distribución que refleja el peso histórico de esa zona, pero que también expone el potencial del interior del país.

La compañía ofrecer el servicio de alarmas monitoreadasGoyo Conde

En línea con esa lectura, la compañía consolidó su presencia en Tucumán, Córdoba y Mendoza, e ingresó en ciudades como San Juan y Tandil, entre otras plazas. Además, evalúa nuevas oportunidades, incluida la Patagonia, donde detecta demanda asociada a viviendas que permanecen desocupadas durante parte del año. “Hay que ser muy quirúrgicos en dónde entramos y encontrar a los clientes correctos”, señaló.

El valor mensual del servicio se ubica, según el tipo de solución, entre $ 80.000 y $ 100.000, en línea con otros servicios contratados por hogares de ingresos medios y medios-altos.

Competencia y crecimiento inorgánico

En el ranking del sector, ADT mantiene el liderazgo, seguido por Prosegur y Verisure. Mientras Prosegur y Verisure continúan creciendo, ADT muestra señales de estancamiento, según describió Kassai.

Además del crecimiento orgánico, la empresa empezó a explorar alternativas inorgánicas. A mediados de este año adquirió una cartera de unos 9000 clientes residenciales de USS. “La experiencia fue muy buena y la integración viene siendo muy sana, con una aceptación casi completa de los clientes”, indicó.

La compañía seguirá evaluando oportunidades similares, tanto en el AMBA como en el interior, aunque con criterios selectivos, vinculados al equipamiento instalado y a la rentabilidad de cada cartera. El foco del negocio continúa puesto en hogares y pequeños comercios, sin un énfasis específico en el segmento B2B.