Aunque ya pasaron unos días del veto del Mauricio Macri a la ley que proponía retrotraer las tarifas eléctricas y de gas a noviembre de 2017, el proyecto que aprobó el Congreso hace una semana sigue dando que hablar.

El titular de Edenor, Ricardo Torres, explicó ayer que dos millones de usuarios residenciales (el 82% del total de la empresa) abonan en promedio $ 405 mensuales y como máximo $ 1029, y aseguró que "ninguna empresa va a quebrar" por el aumento de los precios de la electricidad.

En diálogo con periodistas, Torres, que integra el directorio y es accionista de Pampa Energía, defendió la política tarifaria. Además, aprovechó para mostrar su sorpresa por "el poco trabajo previo que hicieron los diputados y senadores" en torno a la normativa que votaron la semana pasada en el Congreso. "No tienen por qué conocer sobre el tema, pero sí a quién preguntarle, y se notó que no sabían", dijo.

Consultados sobre el impacto de las tarifas eléctricas en los costos de las empresas, los especialistas matizaron ante El Cronista las declaraciones de Torres.

Alberto Calsiano, jefe del Departamento de Energía de la Unión Industrial Argentina (UIA), afirmó: "La electricidad tiene un peso importante en los costos, más allá de las compañías electrointensivas o ultra-electrointensivas, que tienen un régimen especial acordado con los ministerios de Energía y Producción. Aunque no discutimos que se tenga que normalizar el sector y que las tarifas deban reflejar los costos, el problema es la velocidad en la que se incrementaron".

Para Calsiano, las firmas industriales "presentan sus realidades" y piden que un reacomodamiento gradual. La información que recopila es que, en promedio, el 25% de los costos industriales están relacionados al uso de gas y electricidad. "No hay margen de maniobra con los incrementos de los costos y se hace un esfuerzo grande para no dejar gente en la calle", expuso.

Según los datos exhibidos por el presidente de Edenor, 300.000 de sus 2,4 millones de clientes son empresas y no conoce a nadie en graves problemas por el tema tarifario.

El secretario de Industria de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Pedro Cascales, sostuvo: "Hay que diferenciar bien por sectores en las pymes. La electricidad es entre 10% y 30% de nuestros costos, con mayor incidencia en las electrointensivas, como heladerías en el sector comercial, tambos en el agro y fábricas de cerámica, vidrio y la metalmecánica en la industria".

De acuerdo con la visión de Cascales, el costo eléctrico "puede ser un factor importante" en la crisis de las pymes, "pero no el único". "Tenemos mucho camino que recorrer en cuanto a eficiencia energética", añadió.

Por su lado, el presidente de la Cámara Argentina de Proveedores de la Industria Petro-energética (CAPIPE), Sergio Echebarrena, aseguró que hay costos "más importantes" que el de la energía, "lo que no quiere decir que no hubo impacto".

Asimismo, criticó que se cobran tarifas "desmedidas" y sin haber sido bien discutidas en las audiencias públicas. "Muchos tenemos 30 años en el sector y sobrevivimos a otras políticas que no ayudaron a las pymes, así que la vamos a seguir peleando", matizó.