Las expectativas de los empresarios argentinos y su percepción de la situación económica del país hoy están en los niveles más bajos desde 2009. El 51% de los participantes de la última encuesta de Expectativas de Ejecutivos, realizada en julio por DAlessio IROL para IDEA, afirmó que en el próximo semestre su situación será peor. Moderadamente peor para el 32% y mucho peor para el 19% de los encuestados. Mientras que el 35% estimó que estará igual y apenas el 15% que estará mejor.

Si bien la encuesta se realizó antes del default, igualmente los empresarios consideran que el primer semestre del año estuvo por debajo de lo esperado en lo económico, lo que representó un cambio en los índices de los últimos años. Hubo un punto de inflexión entre las expectativas de octubre de 2013 y lo que se encontraron este año. La realidad estuvo por debajo de las expectativas, destacó Eduardo DAlessio, responsable del estudio. El índice cayó de 46 puntos (expectativas) a 33 puntos (realidad del semestre). Si se toman en cuenta los últimos 14 años, el índice mostró una caída similar a la de 2009, pero todavía muy por encima de lo que fue la crisis de 2001, advirtió DAlessio. La encuesta no muestra el impacto que el fracaso de las negociaciones con los holdouts puede tener en las expectativas porque fue cerrada antes del 30 de julio.

Este punto de inflexión se ve reflejado en todos aspectos. Mientras que el 29% de las empresas consultadas confía en tener un incremento, aunque sea leve, en sus ventas, la mayoría el 38% considera que bajarán. El mercado interno no será una forma de salida, como sucede tradicionalmente. No están previendo que el mercado ayude a recomponer la rentabilidad de la compañía, aclaró DAlessio durante la presentación de los resultados.

El 54% de los empresarios encuestados, todos de grandes compañías, aseguró además que prevén una caída de la rentabilidad de su empresa en los próximos 12 meses y, para la mayoría, continúa el desequilibrio entre precios y costos.

Con este panorama desalentador, el nivel previsto de inversión también muestran una caída leve. Las empresas destinarán un 9% del porcentaje de su facturación anual a inversiones (en 2010 el porcentaje era de 13%) y en su mayoría se tratará de inversiones soft. Es decir, para desarrollo de nuevos productos, capacitación, búsqueda de nuevos mercado, tecnología o marketing), mientras que quedan relegadas otras como equipamiento informático, maquinaria, obras civiles o adquisición de vehículos. Los salarios, la retención de talentos y la obtención de crédito siguen estando en el tope de las preocupaciones para los próximos 12 meses.

La retracción de ventas se refleja también en los porcentajes de uso de capacidad instalada que mostraron las compañías: la mayoría se ubica entre el 71% al 85% y sólo el 31% está por encima del 85%. En 2011, el 56% estaba con un porcentaje entre 85% y 100%. La capacidad ociosa aparece como un fenómeno nuevo, destacó DAlessio.

Consultados por la disminución en el empleo, no se vislumbra una caída importante. El 57% asegura que no se modificará y el 23% que disminuirá. Aunque menor empleo no quiere decir despidos. Se incluyen las suspensiones por ejemplo. El cambio de tendencia no parece ser significativo, precisó DAlessio.