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La movilidad argentina atraviesa una etapa de transformación acelerada y las marcas chinas son cada vez más protagonistas. De a poco, pasaron de ser una alternativa marginal a ocupar espacios que los fabricantes tradicionales ya no cubren con la misma velocidad. El desembarco de nuevos jugadores y el reposicionamiento de otros está cambiando el mapa del sector, con foco en mayor tecnología, precios competitivos y nuevas motorizaciones.

Uno de los movimientos más relevantes del año fue el cambio de representación de Chery, la primera automotriz china que llegó al país, en 2008. En el segundo trimestre, Grupo Corven cerró un acuerdo con Chery Internacional y con Socma para hacerse cargo de la marca en la Argentina. Claudio San Román, director de Chery Argentina, destacó que el mercado local está empezando a incorporar con naturalidad a estos nuevos actores: “El usuario entendió que desembarcan marcas con tecnologías distintas, más seguridad y precios más competitivos”.

Corven decidió comenzar por una oferta híbrida, con las versiones Tiggo 7 Pro y Tiggo 4. Aunque el impulso regulatorio —como la eliminación de aranceles para vehículos electrificados de menos de u$s 16.000 FOB— acelera la adopción, la empresa descarta avanzar por ahora con autos eléctricos puros: la infraestructura todavía no acompaña. “Sin red de carga, la inserción va a ser limitada”, advirtió San Román. La estrategia combina oportunidades impositivas con una oferta convencional para no depender de un único segmento.

La compañía planea fortalecer la disponibilidad de repuestos —un punto sensible en la percepción del consumidor— y reconstruir la red de concesionarios. El objetivo es que en 2026 la marca supere su mejor participación histórica, cercana al 1% del mercado, unas 7000 unidades, condicionado a que reaparezca el crédito y a cómo evolucione la macro.

En el negocio de camiones, otra marca representada por Grupo Corven está ganando escala: Foton. Según su director, Sergio Posternak, 2025 marcó una recuperación sólida del segmento, con un mercado que cerrará por encima de las 20.000 unidades y con la marca acercándose a las 2000, un salto del 60% contra 2024. El crédito explica buena parte de la dinámica: entre 60% y 70% de las operaciones se realizan financiadas, con mayor incidencia en los vehículos más grandes.

La reposición del parque, envejecido en los últimos años, sumada al empuje de oil & gas, minería y e-commerce, potencia la demanda. Foton ya vende minitrucks eléctricos y testea unidades a GNC. El auge de la última milla tracciona los ultralivianos, mientras que los sectores extractivos explican el crecimiento de los pesados.

Portafolio completo

A este mapa se suma Dongfeng, operada por Grupo Magma, con trayectoria en 17 países. Llegó hace cuatro meses y ya cuenta con ocho concesionarios funcionando; planea llegar a 30 en tres años. “Nuestro foco es ofrecer productos robustos y eficientes, con soporte técnico real”, explicó Marcelo Mauro, country manager local. Apuntan al segmento comercial, con un portafolio que va de camiones ultralivianos a pesados y vans.

El grupo proyecta superar las 1000 unidades en 2026 y no descarta avanzar en electrificación, aunque los vehículos comerciales aún no reciben beneficios arancelarios. La financiación, otra vez, será la clave para sostener una expansión que, según la marca, podría acompañar un mercado que crecerá al menos 10% el año próximo.

La percepción sobre la industria china cambió: hace una década se la asociaba a productos de baja calidad; hoy se posiciona con tecnología, precios competitivos y una red en expansión.