Fundada en 1958 por Raúl Rodríguez, la fabricante de pinturas Sinteplast nació y se mantiene como una empresa de capital 100% nacional y familiar. Tanto que hoy está dirigida por los hijos del fundador. Claudio Rodríguez, director de Administración y Finanzas y uno de los cuatro hermanos que comandan la compañía, aseguró que el negocio tiene un interesante crecimiento vegetativo; desmitificó que el alza de las ventas esté atada al auge de la construcción y afirmó que la conjunción de amor a la camiseta que tienen las compañías familiares y la profesionalización de sus cuadros directivos, hace que sean imparables.


La empresa, que nació de la mano del hombre que pintó los tres primeros prototipos del Auto Justicialista, hoy cuenta con una División de Productos Arquitectónicos, otra de Productos Industriales, seis unidades de negocio, 20 líneas de productos, tres plantas, laboratorios para el desarrollo de nuevos productos y más de 2.800 artículos que, se distribuyen en todo el país y exporta a varios países de América latina, África y Europa.


¿Cómo se encuentra el mercado local de pinturas?
Es un negocio que tiene un crecimiento vegetativo de alrededor de 5% a mediano y largo plazo, medido en volumen, que crece por encima del Producto Bruto Interno. Nosotros en general duplicamos esa cifra de crecimiento.


¿Este año también tienen pronosticado crecer en esos porcentajes?
Con la coyuntura siempre tenés momentos buenos y malos. En el caso de este año, se comenzó bien. En enero y febrero hubo un cimbronazo que hizo que nuestros clientes se asustaran por lo que el mercado comenzó a retraer sus stocks.


Se refiere a la devaluación
Sí, eso hizo que todo el mundo retrajera sus stocks. Sin embargo, en marzo y en abril se volvió a reactivar. Estimamos que será un año de 3% a la baja para la industria y para la marca Sinteplast de un crecimiento de 3 por ciento.


¿Este escenario se debe al freno que hay en la construcción?
No hay que atar tanto este negocio a la construcción porque en realidad el metro cuadrado nuevo apenas representa el 15% de los metros cuadrados a pintar. También es cierto que nosotros estamos al final de la cadena por lo que la crisis de la construcción no nos afectó tanto.


¿Y el mercado de remodelación?
En refacción se nota mucho más rápido el estado de animo de la gente y su economía. Cuando a la gente le va mal no pinta.


¿Cuánto del costo de la pintura está atado al precio del dólar?
El 50% del costo de la pintura es materia prima y envase. En el caso de la materia prima, depende directamente del valor del dólar, sea local o importada. Si a esto se le suma que el precio de la hojalata también está medido en la moneda extranjera se termina entendiendo por qué el 80% del precio depende del dólar.


¿Cómo se acomodaron a la política de precios con tantos costos atados al dólar?
Los precios, de alguna manera, tienen que acompañar la cotización. Pero, de todas formas, es muy difícil que así sea. De hecho, en la actualidad están por debajo de la inflación. Por eso creo que lo más difícil de este año será ponerle el precio a los productos.


¿Por qué razón o razones?
Porque si se aumenta por arriba de la expectativa de los consumidores la gente te lo hace notar y no consume. El mercado hoy está recesivo, en especial en el segmento de las pinturas de menor calidad que son las que consume la gente de menor poder adquisitivo, que es el sector que hoy está más complicado por la inflación.


¿Qué cree que puede llegar a pasar en la segunda mitad del año respecto del dólar, la inflación y el mercado en general?
Es muy difícil tener la bola de cristal para saber qué puede llegar a suceder en el segundo semestre. Todo dependerá de cómo termine la discusión con los holdouts y de cómo lo tome el mercado, si se dispara el dólar y las tasas o no.


¿Qué debería pasar con los fondos buitre? ¿Habría que pagar o no?
No veo bien que el 7% de los acreedores pueda torcer el brazo del 93% restante. Sin embargo, entiendo que no pagar no es una posibilidad. Se debería llegar a un acuerdo lógico y razonable para poder terminar de poner al país en orden.


¿Cómo hace una empresa familiar para poder sobrevivir en un mundo globalizado y de grandes multinacionales?
Primero, hay que entender que muchas empresas que hoy son líderes en el mundo nacieron como una empresa familiar. Como ejemplos puedo citar a Arcor y Techint.
Después, también hay que entender que las organizaciones familiares suelen ser empresas con gente muy motivada, que tiene la camiseta puesta pero que, a veces, se olvidan del profesionalismo. Si se logra conjugar las ganas y el amor que tienen estas estructuras con profesionalismo termina siendo una fórmula imparable.