En el último tiempo, el consumo se volvió más exigente y selectivo, y el cambio ya se percibe en todas las categorías. Según el último reporte de Media Essentials, nueve de cada 10 personas investigan en la web antes de comprar: comparan precios, revisan señas y buscan garantías antes de decidir. Ese hábito, que se aceleró este año, obliga a las marcas a ajustar sus estrategias, ordenar la información que ofrecen y competir en un proceso que empieza mucho antes de llegar al carrito.
Antes de concretar una compra, los usuarios contrastan experiencias, evalúan condiciones de cambio y consultan disponibilidad. Ese patrón dejó de ser exclusivo de productos caros y hoy aparece en cosmética, indumentaria, tecnología, supermercados y servicios cotidianos. Para las empresas, implica que el primer contacto ocurre incluso sin intención inmediata de compra y que gran parte de la decisión depende de lo que se encuentra en la web.
El estudio muestra que el 76% confía más en la experiencia de otros usuarios que en los mensajes corporativos. Un comentario negativo o una mala calificación puede frenar meses de trabajo, mientras que una reseña positiva puede impulsar una venta en segundos.
La presencia en redes sociales, la claridad del catálogo, la información técnica y la facilidad para comparar se volvieron parte del negocio central. “Se volvió parte del motor”, explican desde el sector.
A esta nueva forma de consumir se suma un movimiento que crece año a año y es el aumento acelerado del gasto en publicidad. El informe proyecta que la inversión en la región llegará a u$s 25.000 millones en 2028, casi el triple que hace una década. Cada vez más empresas destinan presupuesto a los espacios donde la gente investiga antes de comprar, desde buscadores y redes sociales hasta marketplaces y sitios especializados. La meta ya no es solo vender, sino estar presentes desde el primer paso del proceso de decisión.
“Las personas llegan a la compra con una idea clara de lo que quieren y con un nivel de información que no veíamos hace cinco años”, explican en el sector. El consumidor se volvió más meticuloso y menos tolerante a la mala experiencia.
En octubre, las ventas minoristas pymes retrocedieron 1,4% interanual, aunque mostraron un avance mensual del 2,8%, según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). Siete de los ocho rubros medidos siguen en terreno negativo y eso empuja a las compañíasa actualizar todo el tiempo sus estrategias para intentar captar nuevos usuarios.
En el caso de las nuevas generaciones incorporaron con más rapidez el uso de chatbots, reseñas automatizadas y asistentes basados en IA. Según el informe, utilizan estas herramientas un 41% más que el promedio para resolver dudas, comparar opciones y obtener respuestas inmediatas.
La generación Z es la que más tracciona el crecimiento de plataformas como TikTok, Pinterest y Spotify dentro del proceso de compra. En estos espacios, cada vez más usuarios inician la búsqueda de productos y evalúan alternativas antes de avanzar con una decisión.