

Llevar una dieta saludable y equilibrada es una de las claves para mantener bajos los niveles de azúcar en sangre. Acompañada de ejercicio físico, una buena hidratación, el control de los carbohidratos y la ingesta de fibra, las frutas son grandes complementos en la alimentación.
Las acerolas son una de las frutas más recomendadas para incluir en las comidas diarias dada su alto aporte de vitamina C. Su consumo ayuda a reducir el azúcar en sangre en tiempo récord, según nutricionistas.
Qué es la acerola
Se trata de una variedad similar a la cereza en su aspecto. Una vez madura gana en su interior un color rojo o amarillo. De gusto agridulce, es originaria de la región mediterránea, Oriente Medio y Asia occidental.

También se cosecha en América del Sur, sobre todo en Brasil, país líder en producción a nivel mundial. En México se puede conseguir en algunos viveros.
Una de las mejores formas de comerlas es a través de la elaboración de una mermelada casera. Su receta es súper fácil y ayudará a incorporar esta fruta de manera más natural y aportar beneficios para la salud.
Cómo hacer mermelada de acerola
Las acerolas son deliciosas tanto para comerlas crudas o cocidas en alguna receta. Y este dulce es perfecto para tener siempre en casa para preparar desayunos únicos o como complementos.
Expertos aseguran que aporta hasta 30 veces más vitamina C que la naranja o el kiwi. Se trata de una fruta ácida que cuanto más madura, más dulce es su sabor.

La receta original lleva azúcar, pero para reducir su presencia en la sangre se puede reemplazar por endulzantes naturales o edulcorante.
Ingredientes:
- 1 kg de acerolas
- Endulzante natural c/n
- 1 limón
- Esencia de vainilla
Preparación:
- Lavar bien las acerolas. Sin pelar, cortarlas en trozos quitando el rabo y las semillas.
Añadir en un recipiente y dejarlas reposar con el jugo del limón, el endulzante y la esencia de vainilla durante toda la noche.
Introducir la mezcla en una hoya y añadir cascara de limón que luego se retirará antes de batir.
Para cocinar, primero poner el fuego alto. Cuando empiece a hervir, bajar a fuego lento durante aproximadamente 20 minutos.
Comprobar que la preparación está en su punto almíbar y batir con la batidora eléctrica.
Introducir la mezcla en tarros de cristal y envasar al vacío para su mejor conservación.











