Si sueles tener un régimen adecuado de alimentación equilibrada y saludable, disminuiste el consumo de grasas y azúcares refinados, aumentaste la ingesta de fibras, comes más alimentos que sacian, comunes las calorías necesarias y las quemas con una buena rutina de ejercicio y aún así no pierdes peso, ten en cuenta lo que te vamos contar.
La resistencia del cuerpo o del organismo a perder peso es algo más normal y habitual de lo que parece.
Tomarse en serio y con responsabilidad la dieta y mantienes un disciplina en tus ejercicios y la báscula te sigue mostrando los mismos kilos, a la larga termina siendo frustrante y termina en deserciones motivadas por los no resultados de ese esfuerzo.
Se dice, en general, que una persona baja más o menos peso según su metabolismo, pero, según una publicación de Mejor con Salud, hay 7 razones que escapan a esa regla.
Razones por las que no se baja de peso fácil y/o rápido
En la búsqueda de un estilo de vida saludable y una figura envidiable, a menudo pasamos por alto factores esenciales que pueden afectar nuestro progreso en la pérdida de peso.
1. Deshidratación: Beber agua es esencial para mantener un organismo saludable, y la falta de hidratación puede obstaculizar la quema de grasas. Asegúrate de consumir entre 1.5 y 2 litros de agua al día, adaptando esta cantidad según tu peso, estatura, edad y nivel de actividad física.
2. Elecciones alimenticias: La reducción de calorías no es la única consideración importante al hacer dieta. Comer de manera desorganizada y consumir productos procesados puede confundir a tu cuerpo y llevarlo a conservar más grasa.
3. Estrés: El estrés emocional puede activar la respuesta de supervivencia del cuerpo, lo que puede llevar a un aumento en la retención de grasa. Además, el estrés a menudo conduce a la ingesta excesiva de alimentos no saludables.
4. Medicación: Algunos medicamentos, como los recetados para la depresión, la diabetes o la hipertensión, pueden influir en la pérdida de peso. Consulta a un médico para asegurarte de que no haya incompatibilidades con tu plan de acondicionamiento físico.
5. Falta de actividad física: La resistencia a la pérdida de peso a menudo surge cuando tu rutina de ejercicio se vuelve insuficiente. Es posible que necesites ajustar la intensidad de tu entrenamiento para mantener una evolución constante.
6. Falta de sueño: Dormir menos de 8 horas por noche puede afectar negativamente tus hábitos alimentarios y contribuir al aumento de peso. La falta de sueño puede elevar los niveles de cortisol y aumentar el hambre, lo que favorece el almacenamiento de grasa.
7. Consumo de alcohol: El alcohol aporta calorías significativas y puede anular rápidamente los esfuerzos de ejercicio. Además, puede dañar el hígado y reducir la capacidad del cuerpo para quemar grasa.
Estas siete razones fundamentales podrían estar frenando tus esfuerzos para adelgazar y bajar de peso. Presta mucha atención para que tus esfuerzos tengan los frutos que tanto buscas y que al ir a la báscula o pesar el nuevo número te sorprenda.