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Halloween está a la vuelta de la esquina, y con él llega la oportunidad de sorprender a tus invitados más pequeños con un postre que combine el miedo y el sabor. La gelatina espeluznante es la estrella de esta temporada, más si la preparas con un toquederompope y adornos de arañas de chocolate.

Aprende está receta fácil y divertida que encantará a los niños y a los adultos les dará la oportunidad de degustar un postre exquisito.

¿Cómo es la gelatina de Halloween con rompope y arañas de chocolate?

La gelatina de Halloween es un postre que combina la tradición con la creatividad, ideal para esta época del año. Su textura suave y su color vibrante la convierten en una opción irresistible, mientras que el rompope le aporta un sabor especial que la distingue de las gelatinas comunes.

Ingredientes

  • 2 sobres de gelatina de rompope
  • 2 L de leche
  • 180 gr de queso crema
  • Colorante vegetal en gel anaranjado
  • 20 ml de esencia de rompope

Procedimiento

Paso 1

Engrasa con un poco de aceite vegetal el molde para gelatina y luego colócalo en el congelador para que esté bien frío.

Prepara los dos sobres de gelatina en 1 L de leche. Una vez que esté bien mezclado, retira del fuego y deja enfriar a temperatura ambiente.

Paso 2

En la licuadora, coloca el queso crema (a temperatura ambiente) y el segundo litro de leche. Añade los 20 ml de esencia de rompope y licúa hasta que todo esté bien integrado.

Paso 3

En un solo recipiente, junta las dos mezclas y agrega el colorante vegetal anaranjado hasta obtener el tono deseado.

Vierte la gelatina en el molde previamente congelado y mete al refrigerador por un mínimo de cuatro horas para que cuaje correctamente.

Paso 4

En el molde de arañas, coloca el chocolate derretido y deja enfriar por 15 minutos.

Desmolda la gelatina anaranjada y utiliza la tinta negra en gel comestible para dibujar una telaraña sobre la superficie.

¿Qué es el rompope?

El rompope es un licor tradicional mexicano conocido por su sabor dulce y especiado. Esta bebida alcohólica se elabora con leche, yemas de huevo, vainilla, azúcar y fécula de maíz, además de ron o aguardiente de caña.

Se puede personalizar con saborizantes naturales como almendra molida, pistache, café o piñón, lo que lo convierte en un ingrediente versátil para postres y bebidas.