

La tranquilidad de revisar el celular se interrumpe con una llamada perdida de un número extraño. Parece inofensivo, quizás alguien marcó por error. Pero ese instante de duda puede ser la puerta de entrada a una trampa diseñada con precisión milimétrica por organizaciones delictivas que operan a escala mundial.
Las fuerzas de seguridad identificaron un patrón alarmante: números con prefijos específicos ejecutan lo que los especialistas denominan “fraude de llamada perdida”.

La trampa perfecta: cómo dos segundos de llamada pueden costarte una fortuna
El esquema es tan simple como peligroso. Los delincuentes realizan llamadas brevísimas —a veces de apenas un timbre— desde números con prefijos internacionales estratégicamente seleccionados. El objetivo no es conversar: es provocar curiosidad.
Cuando la víctima devuelve la llamada, activa sin saberlo un sistema de tarificación que puede cobrar varios dólares por minuto. Mientras tanto, del otro lado, una grabación automatizada mantiene la línea ocupada el mayor tiempo posible, maximizando las ganancias de los estafadores.
Los códigos identificados como especialmente peligrosos incluyen el 353 (Albania), 225 (Costa de Marfil), 233 (Ghana) y 234 (Nigeria). Cada uno fue elegido por características específicas de sus sistemas telefónicos que facilitan este tipo de fraude y dificultan el rastreo de los responsables.
WhatsApp: el nuevo campo de batalla de los ciberdelincuentes
La evolución del fraude no se detiene en las llamadas tradicionales. WhatsApp se convirtió en el escenario preferido para operaciones más sofisticadas que combinan la llamada perdida con técnicas de suplantación de identidad.
Los atacantes aprovechan la plataforma de mensajería para enviar textos aparentemente inofensivos después de la llamada perdida. Pueden hacerse pasar por empresas conocidas, instituciones bancarias o incluso contactos de la propia víctima. Los mensajes incluyen enlaces fraudulentos, solicitudes de datos personales o instrucciones para descargar aplicaciones maliciosas.
La estrategia es construir confianza antes de atacar. Un mensaje sobre un supuesto premio, una oferta laboral extraordinaria o una urgencia financiera inventada. Todo diseñado para que la persona baje la guardia y entregue voluntariamente información que luego será utilizada para delitos mayores como robo de identidad o vaciamiento de cuentas bancarias.

Cómo blindar tu celular contra esta amenaza invisible
La prevención comienza con una regla de oro: ningún número internacional desconocido merece ser devuelto sin antes verificar su legitimidad. Antes de tomar cualquier acción, una búsqueda rápida en internet puede revelar si ese prefijo fue reportado en listas de estafas.
Las operadoras telefónicas modernas ofrecen herramientas de identificación y bloqueo de llamadas sospechosas. Activar estas funciones crea una primera barrera de protección. En WhatsApp, la configuración de privacidad permite restringir quién puede llamar o agregar a la persona a grupos, limitando significativamente los vectores de ataque.
Si ya se cayó en la trampa y aparecieron cargos inesperados en la factura, la rapidez es crucial. Contactar inmediatamente al proveedor telefónico para reportar el fraude puede resultar en la cancelación de los cargos y la activación de protecciones adicionales.















