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El plan fiscal impulsado por el presidente Donald Trump propone un impuesto del 3.5% a las remesas enviadas desde Estados Unidos hacia el extranjero. La medida ya fue aprobada por la Cámara de Representantes y ahora será discutida en el Senado.

Aunque el principal golpe lo recibirían las familias mexicanas que dependen de este ingreso, empresas como Walmart, Oxxo y Elektra también verían afectadas sus operaciones.

¿En qué consiste el nuevo impuesto?

El plan busca eliminar la actual tasa cero a las remesas, lo que implicaría que cada envío de dinero tendría un cargo adicional del 3.5%.

A esto se suman las comisiones actuales de entre 5% y 10% que ya cobran servicios como Western Union o MoneyGram, lo que podría encarecer significativamente el envío de dinero desde EE.UU.

¿Qué empresas saldrían afectadas?

Las remesas no solo llegan a cuentas bancarias: muchas veces se retiran en tiendas o se usan directamente para compras esenciales.

Entre las empresas que sentirían el impacto están:

  • Walmart, Chedraui, Soriana y La Comer: lugares donde las remesas suelen gastarse en alimentos y productos básicos.

  • Waldo's: con más de 890 tiendas en México, ofrece pagos de remesas sin comisión.

  • Oxxo y Elektra (Banco Azteca): puntos clave de retiro de dinero enviado desde el extranjero.

  • Western Union y MoneyGram: proveedores que podrían perder volumen de usuarios.

"El dinero de remesas se usa principalmente para alimentación, vestimenta, educación y vivienda", señaló Leonardo Zenteno, directivo de Waldo's.

¿Qué dice México?

La presidenta Claudia Sheinbaum calificó la propuesta como discriminatoria e injusta, ya que afecta directamente a los migrantes mexicanos y sus familias.

También llamó a los connacionales a organizarse y movilizarse para rechazar la medida, que podría ser aprobada en las próximas semanas.

Más allá del bolsillo familiar

Además del golpe a las familias, este impuesto podría:

  • Reducir el flujo de remesas hacia México, que en 2024 sumaron más de 63 mil millones de dólares.

  • Afectar la economía local, especialmente en zonas donde las remesas representan el principal ingreso.

  • Bajar ventas en cadenas de autoservicio y tiendas receptoras de dinero, que perderían clientela si baja el envío de remesas.

¿Qué sigue?

El Senado de Estados Unidos debe votar el plan. Si se aprueba, el impuesto entraría en vigor antes de fin de año.

Millones de familias mexicanas y empresas estarán pendientes del resultado.