

La industria aseguradora mexicana cerró 2025 con un menor dinamismo, luego de registrar un crecimiento cercano al 12%, cifra inferior al ritmo de doble dígito medio que había caracterizado al sector en años previos, en un contexto marcado por la desaceleración económica y mayores presiones regulatorias, señaló Gabriel Rosillo, Director de Marketing y Crecimiento de Ahorra Seguros.
El directivo explicó que, si bien el crecimiento no puede calificarse como negativo, sí reflejó una contracción frente a ejercicios anteriores, impulsada principalmente por el bajo desempeño de la economía mexicana.
“Venimos de varios años con un crecimiento económico muy limitado y eso se traduce directamente en la industria aseguradora. Este año fue compacto: no fue malo, pero tampoco sobresaliente”, indicó.
Rosillo detalló que incluso las aseguradoras que suelen marcar la tendencia del mercado, como Qualitas y GNP, no lograron replicar los crecimientos observados en otros periodos, lo que evidenció un entorno más retador para el sector en su conjunto.
Tradicionalmente, explicó, la industria mantenía tasas de crecimiento de doble dígito sostenidas, situación que en 2025 perdió fuerza.
A este escenario se sumó un cambio relevante en el entorno regulatorio, cuyos efectos se reflejarán con mayor claridad a partir de 2026. De acuerdo con Rosillo, la legislación fiscal comenzará a exigir el cobro de IVA en ciertos pagos que las aseguradoras realizan a sus clientes, un gravamen que anteriormente no se aplicaba.
“Ese ajuste va a generar una presión importante en las tarifas, porque las aseguradoras tendrán que reponer el pago de esos impuestos. Esto implica que, en algunos ramos, las primas podrían incrementarse para absorber el impacto fiscal”, explicó.
¿Qué se espera para el siguiente año?
El directivo anticipó que el próximo año seguirá siendo retador para la industria, ya que se combinará un crecimiento económico todavía moderado con una mayor carga regulatoria.
“Lo que vemos es que 2026 mantendrá una tendencia similar a la de 2025, quizá con una ligera mejora, pero con más presión por el lado fiscal”, señaló.
Ante este contexto, Rosillo subrayó que uno de los principales factores para sostener el crecimiento del sector será el avance en la cultura del aseguramiento.
Actualmente, solo el 8% del parque vehicular nacional cuenta con un seguro completo, lo que refleja tanto el rezago del país en materia de protección financiera como el amplio potencial de crecimiento para la industria.
“El reto no es solo económico, también es cultural. Hay un espacio enorme para crecer, pero ese crecimiento dependerá de que más personas comprendan la importancia de estar aseguradas, incluso en un entorno donde las primas pueden verse presionadas al alza”, concluyó.
















