

El derecho al reparto de utilidades consiste en recibir una parte de las ganancias obtenidas por la empresa o el patrón por la actividad productiva o los servicios ofrecidos durante el año anterior. Este reconocimiento es una muestra del valor que tiene la labor en la generación de ingresos.
Se trata de un derecho constitucional establecido en el artículo 123 de la Ley Federal del Trabajo (LFT), donde se reconoce que su labor es determinante en la generación de las ganancias de las empresas.
Todos los años, las personas trabajadoras deben recibir una parte proporcional de las utilidades. Las fechas establecidas para el reparto de utilidades en 2025 son:
- Del 1 de abril al 30 de mayo, si trabajas para una empresa.
- Del 1 de mayo al 29 de junio, si trabajas para una persona física.
Quiénes deben recibir el reparto de utilidades
Estas se determinan por la mitad de los días trabajados, mientras que la otra mitad corresponde al monto de los salarios percibidos. Para quienes trabajen para una persona física o para una empresa es clave conocer las fechas límites de pago y saber calcular qué monto corresponde.

Tienen derecho al Reparto de Utilidades:
- Todas las personas trabajadoras, extrabajadoras de planta y eventuales que hayan trabajado en esa empresa o con esa persona empleadora, al menos 60 días durante el año.
- Personas trabajadoras en servicio activo.
- Personas trabajadoras con incapacidad temporal.
- Madres trabajadoras con licencia de maternidad.
- Padres que hayan solicitado el permiso de paternidad.
Cómo calcular el reparto de utilidades
Los trabajadores participarán en las utilidades del patrón de conformidad con el porcentaje que determine la Comisión Nacional para la Participación de los Trabajadores en las Utilidades de las Empresas, el cual a la fecha asciende al 10% de las utilidades netas.
La utilidad repartible se dividirá en dos partes iguales. La primera parte se repartirá por igual entre todos los trabajadores, tomando en consideración el número de días trabajados por cada uno en el año, independientemente del monto de los salarios. La segunda se repartirá en proporción al monto de los salarios devengados por el trabajo prestado durante el año.
Para ello, se considera como salario la cantidad que perciba el trabajador en efectivo por cuota diaria. Cuando la retribución sea variable, se tomará como salario el promedio de las percepciones obtenidas en el año.















