

El mercado de arrendamiento en México es vibrante y diverso con un 16% de las más de 35 millones de viviendas habitadas en el país destinadas al alquiler, según datos recientes del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi).
Desde habitaciones básicas hasta residencias de lujo en zonas de alto rendimiento, la actividad de alquiler es una fuente de ingresos significativa para propietarios.
Como toda actividad económica, el mercado de arrendamientos está sujeto a obligaciones fiscales que deben ser declaradas ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Cuáles son los impuestos que deben abonar los propietarios de inmuebles
Quienes sean propietarios y alquilen una vivienda sin muebles, la principal obligación fiscal es el Impuesto Sobre la Renta (ISR). Este impuesto se calcula de forma gradual, aumentando a medida que el costo del alquiler es mayor.

En los casos donde el inmueble se arrienda amueblado, o si se trata de un local comercial, además del ISR, deberás pagar el Impuesto al Valor Agregado (IVA).
Cómo calcular el impuesto a pagar por inmueble
El cálculo del Impuesto al Valor Agregado (IVA) es sencillo: el gobierno retiene el 16%del monto total de la renta que se cobre por el espacio, ya sea una habitación, departamento, casa, local o residencia. Mientras que el ISR es un poco más complejo, ya que es un impuesto directo que recae sobre el dueño del inmueble.
La tasa del ISR aumenta de manera gradual desde un 1.92% hasta un 35%. Por ejemplo, para una ganancia mensual de 644 pesos, la tasa mínima es del 1.92%. En contraste, las rentas que superan los 324,845 pesos mensuales están sujetas a la tasa máxima del 35%.
Es fundamental que esta actividad sea declarada al SAT de manera mensual o trimestral. La falta de presentación de estas declaraciones puede acarrear multas que oscilan entre los 400 y los 97,000 pesos.
Adiós ley de alquileres: estos son los beneficios para los propietarios
Los propietarios que cumplen con sus deberes fiscales pueden acceder a beneficios. En algunos casos, es posible aplicar para una deducción de hasta el 35% de las obligaciones fiscales, lo que representa un alivio importante en la carga impositiva.
Para cualquier propietario o futuro arrendador, comprender estas regulaciones es crucial para operar dentro del marco legal y evitar sanciones.















