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La icónica empresa Eastman Kodak, una empresa que viene trabajando en el mundo de la fotografía desde hace 133 años, puso en alerta al mercado. En un reciente informe, la empresa advirtió sobre "dudas sustanciales" respecto a su capacidad para continuar operando, un anuncio que alertó al mundo de los negocios.

La situación financiera de la empresa es la principal razón. Kodak comunicó que no cuenta con los fondos necesarios para cubrir una serie de obligaciones de deuda por un total de 500 millones de dólares. En respuesta al anuncio, las acciones de la compañía se cayeron más de un 7% en las operaciones previas al mercado.

¿El fin de Kodak? la empresa está atravesando una delicada situación financiera

La histórica empresa nació en 1888 y fue creada por George Eastman. En sus inicios, la empresa revolucionó la fotografía con el lanzamiento de la cámara portátil y el rollo de película. Su lema, "Usted aprieta el botón, nosotros hacemos el resto", democratizó la imagen y la convirtió en un pasatiempo accesible para millones de personas.

Con el paso del tiempo, la empresa se volcó hacia la innovación técnica. De hecho, la tecnología que hoy pone a la empresa en jaque fue desarrollada por ellos mismos: Kodak fue pionera en la primera cámara digital en 1975. Pese a esta innovación revolucionaria, la compañía fracasó al no poder capitalizar su propio invento, aferrándose al negocio de la película que la había hecho grande. Esta falta de visión la llevó a declararse en bancarrota en 2012, de la cual logró salir un año después, aunque nunca recuperó su antigua gloria.

La empresa sigue buscando nuevas vías para mantenerse a flote, diversificando sus operaciones. Actualmente, continúa la producción de películas y químicos para clientes de la industria cinematográfica y ha licenciado su marca para una variedad de productos de consumo. Además, ha manifestado su intención de expandir su división farmacéutica, un movimiento estratégico para generar nuevos ingresos y asegurar su supervivencia.

Para mejorar su liquidez, la empresa ha suspendido los pagos de su plan de pensiones, una medida drástica que evidencia la gravedad de su situación. Aún con el optimismo del CEO Jim Continenza, quien afirma que la empresa progresa "a pesar de los desafíos", el futuro de Kodak pende de un hilo, dejando a la industria preguntándose si este es el último capítulo para el gigante de la fotografía.