

El Parlamento Europeo (PE) ha concluido que Finlandia tiene derecho a mantener cerrada su frontera con Rusia para proteger su seguridad nacional, pese a que esta medida vulnera la libertad de movimiento de los ciudadanos, confirmó un portavoz de la Eurocámara a la televisión finlandesa 'YLE'.
El portavoz confirmó que la Comisión de Peticiones del PE ha desestimado una petición de la asociación ruso-finlandesa 'Aleksanterinliitto' para que Finlandia reabriera su frontera con Rusia, cerrada desde diciembre de 2023 para frenar la llegada de migrantes a través del país vecino.
Esta asociación, que dice defender los derechos de los rusoparlantes residentes en el país nórdico, alegaba que el cierre de la frontera vulnera sus libertades y hace muy difícil que los ciudadanos con vínculos familiares en Rusia puedan viajar a este país o recibir visitas de sus parientes.
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El gobierno finlandés optó por el cierre de su frontera en respuesta a un incremento anómalo de cruces irregulares provenientes de Rusia. Las autoridades de Helsinki han calificado esta situación como parte de una estrategia de desestabilización orquestada por el Kremlin, acusándolo de facilitar el paso de migrantes de terceros países para ejercer presión política.

La Comisión de Peticiones fundamentó su decisión en un dictamen previo de la Comisión Europea. Este documento establece claramente que el Código de Fronteras Schengen permite la restricción de acceso por motivos de seguridad nacional o de orden público.
La CE justificó este dictamen debido a lainvasión rusa de Ucraniay a "las amenazas híbridas de Moscú contra varios Estados miembros de la Unión Europea (UE), incluida Finlandia, en forma de instrumentalización de la migración".
Si bien se reconoció que la medida afecta el derecho de libre circulación de ciudadanos comunitarios y sus familiares, se enfatizó que la protección de las fronteras exteriores es una responsabilidad inherente a Finlandia como miembro del espacio Schengen.
El Ejecutivo comunitario ha asegurado que mantiene una coordinación constante con las autoridades finlandesas para garantizar que las restricciones impuestas sean proporcionales a las amenazas identificadas. Se busca un equilibrio entre las necesidades de seguridad y el respeto a los derechos fundamentales.
La frontera entre Finlandia y Rusia, que se extiende por más de 1,300 kilómetros, es uno de los principales límites orientales de la Unión Europea y del área Schengen.
El Gobierno finlandés anunció en abril pasado que mantendrá en vigor el cierre total de su frontera con Rusia al tráfico de personas "hasta nuevo aviso" para impedir que Moscú utilice la llegada masiva de migrantes de terceros países como herramienta de desestabilización.
Con información de EFE













