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La estructura de contención que protege uno de los sitios más peligrosos del planeta perdió su capacidad de aislar material radiactivo. La Organización de Naciones Unidas (ONU) confirmó que el daño compromete la seguridad del reactor destruido en 1986, aunque expertos internacionales intentan calmar la alarma global mientras evalúan los riesgos reales para la población.

El Nuevo Confinamiento Seguro, una obra de 2.200 millones de euros financiada por 45 países, fue diseñado para durar por lo menos un siglo, pero el bombardeo con drones comprometió su capacidad de contención apenas años después de su inauguración.

El Nuevo Confinamiento Seguro, inaugurado para garantizar la protección del reactor 4 durante al menos cien años, sufrió daños que comprometieron su función. Fuente: Shutterstock.
El Nuevo Confinamiento Seguro, inaugurado para garantizar la protección del reactor 4 durante al menos cien años, sufrió daños que comprometieron su función. Fuente: Shutterstock.

La estructura gigante que protegía el reactor colapsado perdió su función principal

El Organismo Internacional de Energía Atómica reveló esta semana que la enorme cúpula construida sobre el reactor 4 de Chernóbil ya no puede realizar su tarea esencial: impedir que escape radiación hacia el ambiente. Los inspectores determinaron que el bombardeo de febrero pasado destruyó las capacidades de aislamiento de esta instalación vital.

Rafael Grossi, líder del organismo de vigilancia nuclear de la ONU, enfatizó que se necesitan reparaciones urgentes para evitar un deterioro mayor. Su equipo completó evaluaciones in situ la semana anterior, documentando el alcance del daño estructural en esta instalación crítica para la seguridad europea.

Expertos aseguran que el peligro real es menor de lo que parece

A pesar de las advertencias oficiales, científicos especializados en el sitio ofrecen una perspectiva más tranquilizadora. Jim Smith, investigador de la Universidad de Portsmouth con años de experiencia estudiando las consecuencias del desastre de 1986, explicó que no existe motivo para alarma inmediata.

El académico británico señaló que el verdadero riesgo proviene del polvo radiactivo, pero este permanece encapsulado dentro del grueso sarcófago de hormigón que los soviéticos construyeron originalmente. Esta barrera interna continúa intacta bajo la cúpula dañada, funcionando como una segunda línea de defensa contra posibles filtraciones.

Los sistemas de monitoreo instalados en la zona no registraron aumentos en los niveles de radiación ambiental tras el ataque. Las estructuras de soporte principales tampoco sufrieron daños permanentes, según confirmaron los técnicos durante su inspección.

La obra valuada en 2.200 millones de euros sufrió afectaciones estructurales que podrían limitar su capacidad de aislamiento, según confirmaron autoridades internacionales. Fuente: Shutterstock.
La obra valuada en 2.200 millones de euros sufrió afectaciones estructurales que podrían limitar su capacidad de aislamiento, según confirmaron autoridades internacionales. Fuente: Shutterstock.

¿Qué pasó el 14 de febrero en Chernóbil?

El pasado 14 de febrero, Naciones Unidas informó que un ataque con drones desató un incendio en la central nuclear de Chernóbil, lo que provocó daños en la estructura que protege el reactor número cuatro.

Las autoridades de Ucrania responsabilizaron a Rusia por la agresión, acusación que fue rechazada de forma categórica por el Kremlin. De acuerdo con los reportes oficiales, los niveles de radiación permanecieron dentro de los parámetros normales y no se detectaron escapes de material radiactivo.

Aunque la planta permanece fuera de funcionamiento desde hace más de dos décadas, ya había sido objeto de operaciones militares rusas durante más de un mes al inicio de la invasión, en febrero de 2022. En paralelo, la Organización Internacional de Energía Atómica llevó a cabo inspecciones en el sitio y confirmó daños en las infraestructuras eléctricas como consecuencia directa del conflicto armado.