Con frecuencia se asume que el oxígeno que respiramos proviene de las plantas, especialmente de los árboles.
Esta vinculación se basa en el hecho de que las plantas realizan fotosíntesis. En este proceso se utiliza la luz solar para convertir el dióxido de carbono y el agua en glucosa y oxígeno.
Sin embargo, el nivel de contribución de los árboles en el oxígeno atmosférico es relativamente pequeño en comparación a otras fuentes.
La verdadera fuente de oxígeno en la Tierra
Las algas marinas son un grupo de organismos fotosintéticos que viven en el océano. A diferencia de las plantas terrestres, estas no tienen partes que no fotosinteticen. En otras palabras, toda su estructura está diseñada para producir oxígeno.
Según los expertos, estas producen entre el 50 y 85% del oxígeno que se libera a la atmosfera cada año, cantidad suficiente para satisfacer las necesidades de respiración de todos los seres vivos de nuestro planeta.
No obstante, existen ciertos factores que pueden afectar la producción de oxígeno:
- Temperatura del agua.
- Cantidad de luz solar.
- Disponibilidad de nutrientes.
¿Cómo producen oxígeno las algas?
Las algas producen oxígeno a través de un proceso llamado fotosíntesis. A través de él, las plantas y otros organismos fotosintéticos usan la luz solar para convertir el dióxido de carbono y el agua en glucosa y oxígeno.
En las algas marinas, la fotosíntesis ocurre en las membranas de los cloroplastos, que son orgánulos que contienen clorofila, un pigmento verde que absorbe luz solar.
Cuando la luz solar toca la clorofila, se libera energía, que se usa para dividir el agua en hidrogeno y oxígeno. El primero se combina con el dióxido de carbono para formar glucosa, el segundo se libera hacia la atmósfera.