

El 8 de mayo se conmemoraron ocho décadas del fin de la Segunda Guerra Mundial en Europa, una fecha marcada por la memoria de millones de víctimas del nazismo y del régimen soviético. Las lecciones del conflicto armado más devastador del siglo XX siguen vigentes, sobre todo en un contexto internacional donde la amenaza de una Tercera Guerra Mundial no es descartable.
The New York Times ha recogido las advertencias que líderes europeos han lanzado ante los paralelismos entre la guerra actual en Ucrania y los errores del pasado.
Tercera Guerra Mundial: ¿por qué la historia no debe repetirse?
La guerra entre Rusia y Ucrania, iniciada en febrero de 2022, ha puesto al mundo frente a dilemas muy similares a los de la década de 1930. La agresión del Kremlin y su alianza con regímenes como Irán y Corea del Norte ha generado inestabilidad más allá del continente europeo, reavivando temores sobre una posible Tercera Guerra Mundial. Según líderes de países que fueron devastados durante la Segunda Guerra Mundial, los errores que permitieron el ascenso del nazismo y la expansión del comunismo soviético no deben repetirse.

Una de las lecciones más contundentes es que ceder ante las ambiciones territoriales de un agresor solo genera más violencia. El caso del desmembramiento de Checoslovaquia en 1938, previo al estallido de la Segunda Guerra Mundial, es un ejemplo claro. Desde esta perspectiva, ceder territorios ucranianos a Rusia, como proponen algunas voces conciliadoras, no traería paz, sino más guerra.
Segunda Guerra Mundial: cinco enseñanzas que siguen vigentes
En el análisis publicado por The New York Times, se destacan cinco enseñanzas clave del conflicto de 1939-1945. Primero, el apaciguamiento es una estrategia fallida. En segundo lugar, la existencia de "esferas de influencia" no trae estabilidad, sino décadas de opresión, como ocurrió tras el Acuerdo de Yalta. En tercer lugar, la rendición de cuentas es indispensable: mientras los crímenes nazis fueron juzgados, los crímenes del régimen soviético aún no han recibido una condena global equivalente.

Además, corregir la manipulación histórica es una prioridad. Rusia ha intentado reescribir la narrativa de la Segunda Guerra Mundial para justificar su agresión actual, alimentando un "culto a la victoria" que distorsiona los hechos. Por último, una lección central es que la paz solo es posible si se cuenta con una defensa sólida. Como ha dicho el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, "la libertad debe estar mejor armada que la tiranía".
The New York Times advierte: evitar otro Yalta es crucial
El artículo del The New York Times recoge la voz de múltiples líderes europeos, especialmente de los países que estuvieron bajo el yugo soviético durante décadas tras el fin de la Segunda Guerra Mundial. Estos mandatarios advierten que un nuevo pacto al estilo de Yalta, donde las grandes potencias definan zonas de influencia sin consultar a los pueblos involucrados, debe evitarse a toda costa.
Putin busca justamente eso: redibujar el mapa europeo a su conveniencia. Pero Europa ya no es la misma que en 1945. Las naciones que alguna vez fueron satélites soviéticos ahora forman parte de la Unión Europea y de la OTAN, y tienen claro que la única forma de garantizar una paz duradera es con una arquitectura de seguridad basada en principios, no en concesiones.












