

Un reciente descubrimiento realizado por un equipo internacional de científicos está captando la atención del mundo entero: se confirmó la existencia de una nueva fuerza natural que opera en la Tierra, y su impacto podría ser tan profundo como el de la gravedad o el magnetismo.
Esta fuerza, que durante décadas fue solo una hipótesis, ahora fue observada y medida directamente gracias a una misión de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés)
¿De qué se trata? De un campo eléctrico global, invisible pero fundamental, que opera sobre nuestra atmósfera y podría ayudar a explicar fenómenos que hasta ahora eran un enigma.
Desde hace más de 60 años, físicos y especialistas sospecharon que había una fuerza ctuando sobre las partículas de la atmósfera, especialmente aquellas que escapan por los polos terrestres en lo que se conoce como "viento polar".
Sin embargo, las limitaciones tecnológicas impedían obtener pruebas concluyentes. Eso cambió recientemente con el desarrollo de nuevas misiones espaciales que permiten estudiar zonas de la atmósfera antes inaccesibles.

¿Qué es la "tercera fuerza" que descubrieron los científicos?
El fenómeno detectado es un campo eléctrico ambipolar, un tipo de campo que aparece cuando partículas con cargas opuestas -positivas y negativas- se mueven juntas, generando una separación de cargas eléctricas en una región determinada.
En este caso, dicho campo se forma en las capas superiores de la atmósfera, a unos 250 kilómetros de altitud.
Este campo eléctrico actúa de manera bidireccional, es decir, afecta tanto a iones positivos como negativos, y se extiende en una zona clave donde se produce la interacción entre la atmósfera terrestre y el espacio exterior.
Lo más sorprendente es que su presencia ayuda a expulsar partículas desde la atmósfera hacia el espacio, lo cual podría explicar por qué la Tierra fue perdiendo ciertas partículas ligeras a lo largo de su historia.
La misión Endurance: el gran avance de la NASA
El descubrimiento fue posible gracias a los datos obtenidos por la misión Endurance, un proyecto de la NASA que lanzó un cohete suborbital, es decir, una nave que logra superar la atmósfera terrestre sin llegar a entrar en órbita.
Este tipo de misiones permite realizar estudios detallados en regiones muy específicas del espacio cercano a la Tierra, donde operan fuerzas que afectan directamente a la atmósfera.
Durante la misión, los instrumentos a bordo lograron medir con precisión el comportamiento de las partículas en esta zona crítica y confirmaron la existencia del campo eléctrico ambipolar.
"Por décadas supimos que algo estaba impulsando las partículas fuera de la atmósfera, pero no teníamos una explicación concreta. Ahora finalmente la tenemos", explicó Glyn Collinson, investigador principal del proyecto en el Centro de Vuelo Espacial Goddard.

¿Por qué este hallazgo es tan importante para la ciencia?
La relevancia de este descubrimiento va más allá de un simple dato físico. El campo eléctrico ambipolar podría ser una fuerza fundamental en la regulación del equilibrio atmosférico y una pieza clave en la historia evolutiva de nuestro planeta.
Según los científicos, este campo tiene la capacidad de actuar como una válvula de escape, ayudando a mantener estable la atmósfera y permitiendo que partículas ligeras se liberen hacia el espacio cuando las condiciones lo permiten.
Además, su intensidad varía de acuerdo con la actividad solar: en períodos de alta radiación del Sol, el campo se fortalece; en cambio, cuando la actividad solar disminuye, el campo se debilita, lo que facilita la liberación de partículas.
Este tipo de mecanismo podría haber influido en el desarrollo del clima y en la composición atmosférica durante millones de años. Y lo que es aún más fascinante: como se trata de una fuerza creada por la dinámica interna de la atmósfera, es muy probable que exista en otros planetas con condiciones similares, lo que abre nuevas líneas de investigación en astrobiología y exploración planetaria.
Una fuerza tan crucial como la gravedad y el magnetismo
Hasta ahora, los científicos consideraban que la gravedad, el campo magnético terrestre y la radiación solar eran los principales motores del comportamiento atmosférico.
Sin embargo, la confirmación de este campo eléctrico introduce una nueva fuerza fundamental en el estudio del planeta, que podría estar actuando desde hace millones de años sin que lo supiéramos.
Tal como señaló la NASA en su comunicado oficial, "el campo ambipolar, como un campo de energía fundamental de nuestro planeta, puede haber moldeado continuamente la evolución de nuestra atmósfera de maneras que recién ahora comenzamos a explorar".















